New York.
Mansión Bernocchi.
Antonio.Veo Anastasia luchar con su cabello y yo simplemente no se que hacer.
- Papi ayúdame - Hace un puchero y me levanto del sillón rosa.
Este lugar me da taquicardia.
Me pongo atrás de ella y le hago una coleta que me queda sorpréndete bien, he visto como Isabella lo hacía muchas veces así que supongo que es por eso.
Toma gelatina y lo pasa por el comienzo de su cabello aplastando los que estaban desordenados. Me gusta que me diga Papi, no se porqué pero su voz tan aguda y suave que utiliza me gusta. También cargarla y fastidiarla.
- Lista - Se levanta y toma una mochila rosada, dándomela.
Respiro hondo y me la coloco en la espalda, me abre los brazos y la cargo nuevamente. Debería estar pendiente de mi tío y sus movimientos o en la oficina enterándome que ha pasado estos cuatro años, hablando con mi organización pero no, Isabella prefirió dejarme cuidando a nuestra hija que parece un diablillo.
Llegamos afuera y la monto en el copiloto, pongo su bolso en el piso y voy por el cinturón colocándolo. Cierro la puerta y mis hombres se suben los otros carros. Arranco y Anastasia se echa hacia adelante buscando algo que poner y deja una canción que no le presto atención.
Mi nuevo celular suena y contesto a mi abogado.
- Le voy a mandar todo lo que me pidió para que lo lea y mañana lo mando a su oficina.
- Ok - cuelgo y mi asistente me llama.
- La señora Bernocchi es la que lleva todas las cuentas personalmente y no nos permite ver eso, además como usted estaba tomándose un tiempo prácticamente no estaba trabajando.
- Comprendo - Le cuelgo y busco donde es que me van a torturar - ¿Enserio tengo que quedarme?
- Si y después vamos a comer algo rico - Veo a Regina que juntas sus manitas.
- ¿No tienes otra clase? - No responde pero se pone seria - ¿Qué pasa?
- Es que no quiero ir - Susurra.
- ¿Por qué? - Cruzo a la derecha.
- Es que solo quiero bailar - Responde y se emociona cuando ve como llegamos - Pero no quiero que mami se moleste.
Arrugo las cejas y me estaciono al frente de un edificio, mi hija me ve con emoción y resoplo entrando al estacionamiento.
- No puedo creer que me hagas esto - Refunfuño apagando todo.
Salgo del auto y Longo ve todo con fastidio, abro la puerta y saco a mi hija, tomo mi celular metiéndolo en el bolsillo trasero, tomo su bolso y cierro la puerta, entro al lugar y las personas me ven fijamente arrugo las cejas.
- Disculpe - Una señora delgada se me acerca - ¿Usted es..
- Mi papi - Le dice Regina y ella me detalla mejor asombrándose.
- Señor Bernocchi un placer - Asiento - Bueno ya estando todos podemos empezar - comienza a caminar y yo me pincho el puente de la nariz.
Entro al salón que está llenos de espejo, dejo mi hija en el suelo y corre hacia las otras niñas, me señala y no puedo creer que este en estas, para empezar Regina debería estar en Rusia y no aquí dando vueltas y siendo una niña mimada.
- Los padres se sienta allí - Me señala algunos sillones y tomo asiento viendo mal todo - ¿Desea algo?
Pegarme un tiro, termino negando y se va. Comienza con lo de ellas y le mando un mensaje a Isabella que quiero un informe de todo lo que ha pasado en la empresa y en la organización, le mando un mensaje a Ikor para que nos reunamos en la noche. Isabella me hace una videollamada y las mujeres a mi lado me ven con dedicación.
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Fingiendo Estabilidad. [Libro 2 > Saga Bernocchi]
AventuraCuatro años han pasado desde que el se fue, cuatros años mintiendo, cuatros años desde que mi bebé nació, cuatro años desde que Massimo cambió, cuatro años en la que la familia Smirnov se ha vuelto más sádica y violenta, cuatro años jugando al ratón...