Prólogo

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La brisa salada del mar acariciaba el rostro de Grace mientras contemplaba el horizonte desde el acantilado. Había dejado atrás la bulliciosa ciudad en busca de paz y nuevas historias que la inspiraran. El pequeño pueblo costero parecía el lugar perfecto para encontrar la calma que tanto anhelaba.

Con su cámara en mano, Grace se adentró en las sinuosas calles del pueblo, maravillándose con la arquitectura encantadora y los colores vibrantes que adornaban cada rincón. Fue entonces cuando sus ojos se encontraron con un escaparate lleno de fotografías impresionantes.

Intrigada, Grace empujó la puerta del estudio fotográfico y fue recibida por una cálida sonrisa. Allí estaba Alex, un joven apuesto y con una mirada llena de pasión. Grace no pudo evitar sentirse atraída por su presencia magnética.

—Hola, soy Grace —se presentó, extendiendo la mano hacia él.

—Encantado de conocerte, Grace. Soy Alex —respondió él, estrechando su mano con suavidad.

En ese instante, algo en el aire cambió. Una conexión especial pareció estar encendida entre ellos, como si el destino les hubiera unido de alguna manera. Sin embargo, Grace se mordió el labio con preocupación. Recordó la prometedora amistad que había establecido con Emma, ​​la hermana de Alex, y dudó en dejarse llevar por lo que parecía ser una atracción inevitable.

Mientras tanto, Emma luchó por reunir el valor necesario para confesar sus sentimientos a Josh, su amigo de toda la vida. A pesar de su confianza en Grace, había mantenido en secreto este amor platónico, temerosa de arruinar su amistad si las cosas no resultaban como esperaba.

Entre tú y yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora