La montaña Jiu Yi estaba fuera del alcance de los inmortales del Reino Celestial, nadie jamás había subido hasta lo alto, ni siquiera los más aventureros.
La leyenda decía que uno de los inmortales más poderosos habitaba en ese lugar, un hombre hermoso de tunicas blancas que era capaz de aniquilar a un ejército entero con una sola mano, pero eso nadie jamás lo había comprobado.Un hombre increíblemente atractivo, sin una imperfección en el rostro se encontraba preparando el té de la mañana, tenía ropas blancas, pulcras y elegantes, sus finas y delicadas manos jugaban con la taza de té de flores, su favorita después de una intensa meditación, tenía el cabello largo y negro, un cuerpo delgado y esbelto, no había forma de describir lo hermoso que era aquel hombre, desgraciadamente nadie podía admirar semejante belleza, pues vivía solo en aquella gran y alta montaña.
Shi Ying era su nombre, el nombre que le había dado su salvador, a quien él llamada Maestro, por cariño y por respeto; era el único rostro que él había conocido en toda su vida.
Shi Ying raramente sonreía, pues al no tener a nadie a su lado solamente mantenia contacto con los animales de la montaña, admiraba el viento y todos los espectáculos del cielo, la vista era hermosa y el tiempo espléndido.
No recordaba nada de su niñez, no sabía quiénes eran sus padres, ni como fue encontrado por su Maestro, solo recuerda haber crecido en la montaña, nada más, y eso era muy doloroso para él, siempre lo inundaban los pensamientos del querer saber quien era, de donde venia y porque había aparecido de la nada.
Todas sus memorias pasadas eran una cueva vacía, no podía encontrar su razón de ser en el mundo, así que por ello se dedicaba a entrenar y meditar, volviéndose más poderoso, pensando que algún día podría ir más allá de la montaña y proteger a los indefensos, esa era su única meta.Mientras descansaba escucho unos pasos a lo lejos, y sabía perfectamente de quien se trataba, entrando a la Montaña Jiu Yi vio al Emperador del Reino Celestial, su Maestro, el único rostro que él conocía em toda su vida, quien lo protegía y lo visitaba.
- Veo que has terminado de entrenar Shi Ying, cada vez eres más fuerte, es lo mejor que puedes hacer con el tiempo que tienes en esta gran montaña - Dijo el Emperador.
- Gracias Maestro - dijo Shi Ying mientras hacía una reverencia - Maestro, quiero preguntar algo, si usted me lo permite.
- Adelante Shi Ying
- Si me vuelvo aún más fuerte y domino el hechizo de transformación que usted tanto ha pedido ¿podré salir más allá de la montaña? Quisiera ayudar a los inmortales a...
- Detente - Interrumpió el Emperador - te dije que no podrías salir de la montaña, ese hechizo es para algo muy importante en el Reino.
- Pero maestro, ¿que más podre hacer yo aquí? Quisiera saber que se siente estar fuera, tratar de vivir una vida.
- El mundo fuera es cruel, malvado, egoísta y destructivo, no quiero que veas nada de eso, tu estarás aquí a salvo, y podrás hacer grandes cosas por el Reino aún desde esta montaña. No quiero que me preguntes nada más acerca de ello ¿estas de acuerdo?
- Si, maestro, lo lamento.Los días pasaron y Shi Ying realizaba lo mismo de siempre, meditar, entrenar y mejorar en el hechizo de transformación, pero extrañamente sentía un pesar en su corazón, como si algo estuviera a punto de suceder en su vida, sentía una extrañeza, una angustia, una chispa, él pensaba que se trataba de su energía espiritual, que había mejorado gracias al duro trabajo que había hecho, sin embargo, no era nada de eso, Shi Ying no tenía idea de que alguien estaba a punto de cruzarse en su destino, y que nada ni nadie iba a ser capaz de impedirlo, ni esta vida ni en la siguiente.
Mientras Shi Ying entranaba arduamente escuchó un estampido a lo lejos, como si alguien hubiera resbalado y caído
"¿Como es posible?" - Pensó Shi Ying - ningún Inmortal ha subido aquí, debe ser un animal, pero ¿tan grande?
De pronto escuchó un estruendoso "AUCH ESO DOLIÓ"
Rápidamente Shi Ying se puso en guardia y fue corriendo al lugar del grito, en ese momento, al llegar, quedó estupefacto, vio entre las hierbas a un apuesto joven tirado, lastimado, y muy delgado, casi desnutrido.- YO...YO NO TE ESTABA OBSERVANO, SOLO PASABA POR AQUI...LO JURO...CREO - contesto el joven
- ¡¿QUIEN ERES TU?! NADIE PUEDE REVASAR ESTOS LÍMITES DE LA MONTAÑA, DE DONDE VIENES
- Me llamo Xie Yun ¿Quién eres tu?
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LA SOMBRILLA DE MI SHIZUN
FantasyUn amor que trasciende a las dos vidas, un encuentro que los cambia para siempre, un destino que se empeña en unirlos. Esta es la historia entre dos almas gemelas que tienen que pasar por dolores y penurias para poder estar juntos. Shi Ying, un pod...