I | I archi

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En un bosque muy oscuro se encontraba un joven de cabello rubio y ojos esmeralda acompañado de un joven de cabellos morados que era más alto que él y dos años mayor. El menor buscaba algunas plantas medicinales para el pueblo donde vivían. Los dos escucharon a su otro amigo que les gritaba que se dieran prisa.

 - Esto es suficiente - dijo el rubio mientras ponía las plantas en una cesta.

 - Por fin

 Los dos se dirigieron hacia donde estaba su amigo que parecía estar nervioso.

 - ¿Qué pasa Mu? - Pregunto el de cabellos morados.

  - Un guardia casi nos ve... será mejor que nos demos prisa antes de que se den cuenta de que estamos aquí

 — Si nos hubieran visto, sería su culpa ya que ustedes querían venir a buscar esas plantas medicinales. Además, siempre tengo que venir a cuidarlos por si alguien quiere pasarse con ustedes por ser donceles.

 El rubio miró mal al mayor mientras que Mu simplemente lo ignoro.

 — El señor Shion nos pide que los busquemos para ayudar a las personas del pueblo que están enfermas o heridas, pero no necesitamos que nos protejas. Además, tu padre Kardia te pidió eso porque es amable, no como otros — Dijo el rubio lo último con un tono de burla provocando que el otro gruñera molesto.

 — ¡Así que aquí estaban! - Gritaron los tres al mismo tiempo del susto.

 - ¡Señor Dohko!

 — Milo, Aioria y Mu, ¿por qué no están en la ceremonia? —Suspiro— No se preocupen, yo puedo llevarme las plantas medicinales pero ustedes prepárense para la ceremonia

 Los tres corrieron hacia la casa de Mu ya que era la más cercana.

 Después de alistarse, Mu fue con su padre Shion y Dohko. Milo con su padre Kardia y Aioria con su hermano y su padre Sísifo.

Todos observaban como la gente celebraba bailando, cantando, comiendo o bebiendo. La ceremonia se realizaba cada 10 años, celebrando que todavía tenían comida y agua y nunca una guerra por el pueblo.

 Aioria escuchaba como su hermano le contaba todo lo que había hecho hoy pero dejo de escucharlo cuando oyó un ruido detrás de él, volvió a mirar a su padre y a su hermano pero al parecer no lo habían oído.


to thírama tou lýkouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora