capitulo 19

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New York. - Manhattan.
Galpón.
02:00 am.
Antonio Bernocchi.

La veo bajar del helicóptero y siento como puedo respirar tranquilo, me ve y sonríe acercándose, me abraza y le acaricio las mejillas.

- ¿Te dio miedo? - Asiente y le doy un casto beso.

- ¿Cómo Hiciste todo eso? - Me encojo de hombros.

- No he perdido el toque - Se ríe. - ¿Tienes hambre? - Niega - ¿Sueño? - Niega - ¿Qué quieres entonces?

Se coloca de puntillas y bajo por su boca, mete las manos por mi sudadera y me tenso. No puedo así que me alejo dejando mi frente contra la suya cuando la imagen vuelve dándome asco.

- Yo tengo hambre - Respira hondo - ¿Me quieres ver comer? - Suelta una sonrisa corta - ¡Massimo! - Lo llamo y me separo de Isabella viéndolo - Vamos a comer - Asiente y le tomo la mano a Isabella.

- ¿A mi no me vas a invitar a comer? - Avonf me ve y asiento - Pero tu me pagas.

- No hagas que me arrepienta - caminamos hacia la salida del galpón y veo a Isabella pensativa - ¿Pasa algo? - Le susurro y niega.

Aprieto su mano y levanta la vista viéndome, odio que cargue esas lentillas de mierda.

- ¿Ana?

- Dormida - Asiente - Menos mal volviste antes - Sonríe divertida - Habla mucho.

Me veo tan idiota tratando de sacarle conversación.

- Hizo que le diera comida - Suelta Massimo atrás de nosotros y mi esposa se ríe.

- Amo tanto a mi hija - sonríe orgullosa.

Veo la hora en mi reloj y ya es media noche, abro la puerta y el frío de la madrugada me pega en la cara.

No hacemos gran cosa, vamos al primer lugar que encontramos, todos comíamos e Isabella lo termino haciendo, fuimos al galpón nuevamente y subí a buscar a mi hija, la deje en los brazos de su madre que cuando íbamos en camino se quedó dormida también.

Me estaciono al frente de la entrada y Massimo se baja tomando a Regina mientras que yo cargo a Isabella. Ambas tienen el sueño pesado.

- Tengo que salir - Suelta Massimo mientras entramos.

- Mandas la ubicación por si algo pasa - asiente y me voy a mí habitación.

Acuesto a Isabella en la cama y le quito los zapatos para luego arroparla. Salgo y veo a Massimo riendo en su celular, se asusta cuando me aclaro la garganta.

- Tengo una carrera donde voy a poner a prueba unos motos que estoy creando - Asiento - Te mando la ubicación cuando llegue - Vuelvo asentir. - Papá.

- ¿Que? - se me queda mirando a los ojos y baja la cara.

- Enserio me hiciste falta.

- ¿Quieres hablar? - me acerco con cuidado y sus manos se van a su espalda.

- Ya no soy un niño. - Le peino el cabello con mis manos cuando quedó al frente de él.

- Para mi siempre lo serás. - Se ríe y lo pego a mi. - Yo también te extrañe, más de lo que puedas creer.

- Tenias que volver, estos años han sido difíciles. No sé que hacer con mi vida papá. - lo alejo y nos volvemos a ver a los ojos. - Mamá me nombro como underboss pero no sé..

Fingiendo Estabilidad. [Libro 2 > Saga Bernocchi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora