Capitulo 10.

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El clan de dragones alfa ha existido hace siglos como el clan Park, eran sus disputas y guerras en la historia lo que los hizo reclamar el reino en el cielo. ¿Quién iba ser el rey indiscutible del cielo? Fue en la generación de los padres de Jimin, quien hubo un acuerdo más viable.

Las guerras pararían al juntar ambos herederos, por parte del clan Pak estaría el joven heredero Park Jimin y en el clan alfa de dragones el primogénito Lee Taemin.

Los jóvenes congeniaron desde el primer día, siendo los mejores amigos en cada visita. Pero fue al cumplir la mitad de un siglo Kai, reclamo frente la familia el vinculo con Jimin. El menor inexperto por supuesto acepto, y con ello el conjuro de un huevo vacío, estaba en la espera de su primer hijo.

Jimin recordaba al cambia formas de dragón, jurar comprometerse en un futuro cuando naciera su hijo y ante la diversidad gobernar juntos.

−Jimin, debes de comer algo. −Pide preocupada Jisoo por su aspecto− Anda, los cocineros de la princesa enviaron esto para ti.

−Tengo todo un festín, Jisoo... Prefiero compartirlo contigo y los demás.

Jisoo se sentía por primera vez llena, no hacia falta comida en las mazmorras y las criaturas de luz estaban felices por la partida del rey demonio y una posible esperanza por parte de los dragones. Pensaba que Jimin estaba nervioso por la propuesta de la reina, por lo que no insiste y trae la vestimenta que logro encomendarle la princesa al hada.

−Jisoo... ¿Tú crees en los vínculos?

La pregunta del menor era repentina, que hizo al hada pensarlo bastante. Pero termina sonriendo mientras desdobla el hermoso traje blanco con destellos dorados.

−Soy una criatura de luz como tu, es la principal regla del destino recibir sin importar la raza o el tipo de magia a nuestra contra parte... Si creo en los vínculos.

− ¿Tienes a alguien que te interese?

− ¡Como! Por supuesto que no, aun así, no hay tiempo de soñar aquí −Dice nerviosa mirando a ambos lados− ¡Bueno! Entonces si no vas a comer, déjame vestirte. Quiero ver si no tengo que hacer otro arreglo...

Jimin asiente, poniéndose de pie para ser vestido.

Su mente se nublaba al pensar que pasaría con Taemin, si se encuentra muerto o vivió, si quiera se acordara de él. El estaba optimista a la idea que habían desatado su furia y por eso, se encontraba en la batalla contra el demonio.

Si no fuera así, aún seguía su filosofía de proteger el bien de las criaturas de luz, en su mente estaba un plan para darle fin al rey demonio, uno que sabia que no fallaría.

La salvaje divinidad vestía algo distinto a una toga o una túnica. De la tela de fina seda, se pone la falta que cubre su cintura y con una camisa delgada su pecho y espalda. Jisoo lo veía tan bonito, amoldando su figura en todas partes.

Jimin era muy delgado y a las demás criaturas que cuidaba la preocupaba que no se alimentara correctamente. Tenia una hermosa cintura que al inhalar se le veían sus huesos y en sus piernas trabajadas, eran instantes que en la reserva veía los intentos de Jimin bailar.

−Estás listos, Jimin debes comportarte... Si no, la princesa se molestara con ambos.

− ¿Contigo?

−Nunca antes la he visto enojada, no quiero descubrir su otra parte demoníaca, pero si también conmigo... Se supone que yo soy quien te encamine esta noche.

− ¿Qué hay de Kai?

−No lo sé, hasta ahora no lo he visto... Y es mejor que así sea.

No podían olvidar sus momentos de maltrato, es por eso que promete Jimin rezarle al destino para que reciba el destino, sino el iba a encargarse en mano propia.

Salvaje Divinidad. [🎶] Yoomin. ¡TERMINADA!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora