SEGUNDA PARTE: CRÍMENES REALES IX

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Aún estuvo haciendo los preparativos desde muy temprano. Primero fue a la comisaría de Lucifenia. Esta quedaba lejos, así que debía apresurarse.

Al llegar, notó que todos sus compañeros lo veían como bicho raro.

-¿Qué demonios pasó contigo? No te has reportado en dos días -le dijo uno de sus compañeros-. El jefe está muy molesto.

-Después de lo que tengo por decirle, no estará tan molesto -. Aún se mostró orgulloso.

Sin decir nada más, caminó hasta la oficina de su jefe.

-Ah, mira a quién tenemos por aquí -dijo el jefe, dirigiendo su tosca mirada a Ayn-. Hasta que tienes la decencia de volver.

-Jefe, tengo algo importante que hablar con usted -. El castaño abrió una de las carpetas que tenía en mano y se la puso en el escritorio a su jefe-. Estos días estuve investigando, por lo de la desaparición del anillo de la princesa.

-¿Y? ¿Diste con él? -preguntó el jefe, abriendo la carpeta.

-Me temo que no. Sin embargo, mi investigación arrojó algo mucho más grande. El resultado fue que el robo del anillo estuvo organizado por la propia empresa que gestionó todo el evento.

El jefe asintió, acomodándose las gafas.

-Entre todos los organizadores, el que se vio altamente sospechosos fue Presi Rogzé, su empresa estuvo a cargo de la recepción del evento. Además, el modus operandi con el que se robó el anillo fue muy similar a muchos de los que cometió Perè Noël, y Rogzé fue muchas veces sospechoso de formar parte de esa investigación.

-Dices que Rogzé es parte de PN, ¿correcto? ¿Y eso es todo?

-Me temo que es algo mucho más grande -Ayn saco otra carpeta y mostró la fotografía de un motel. El mismo en el que había estado hace unas horas-. Es aquí donde gestiona todo. La respuesta estuvo siempre frente a nosotros. La descripción que me dio una de las víctimas es idéntico a la de Rogzè. De hecho, ella misma lo reconoció en las fotografías. Tengo incluso una grabación.

El jefe se levantó, colocó sus manos en el escritorio y sonrió.

-Supongo que te he subestimado todos estos años. Eres mejor de lo que imaginé. Y supongo también que ya tienes un plan para atrapar a Presi.

-No solo a él. Vamos a dar con todo. Derrumbaremos todo Perè Noël.

-¿Entonces qué necesitas?

-Necesito encubiertos alrededor de las siete de la noche. Y también refuerzos.

-¿Una unidad en específico? ¿La mía?

-Con todo respeto, mi señor, aprecio que ponga su propia unidad a mi disposición, pero justo ahora creo conveniente que sea la unidad de Matsumoto la que esté.

Esa era una verdad a medias. La verdad, Ayn quería tener una oportunidad de verla, ya que no se habían visto en mucho tiempo.

-Bueno, Ayn. Confío en usted.

-Gracias, señor.

Después de eso, Ayn salió de la oficina y se preparó para ir por Riliane. Ya casi sería lo hora que acordó para pasar con ella, así que debía darse prisa.

Estacionó el auto y se dirigió a la vieja posada. Subió a la habitación donde se suponía debía estar Riliane. Tocó la puerta y esperó un rato.

Luego de unos segundos, una chica Elphe le abrió la puerta.

-Oh, ¿quién es usted? -preguntó, con voz coqueta.

-¿Dónde está Rin?

-Ah, llegaste Ayn -. Se escuchó una voz en el fondo de la habitación. Era la de Riliane-. Ya estoy lista, salgo en un segundo.

Unos minutos después, salió Riliane. Ayn puso una cara de sorpresa que ni siquiera pudo disimular.

-¿Verdad que este vestido es lindo? -preguntó Riliane inocentemente, con una sonrisa en el rostro.

-Querida, ¿qué no ves que lo dejaste con la boca abierta? -dijo la desconocida. Ayn cambió su expresión de inmediato-. El vestido es lindo, pero tú lo haces lucir bien. Te ves tal y como una princesa.

-Muchas gracias, Jaqui -agradeció Riliane con felicidad-. Te debo una.

-No es nada, nos vemos después. Suerte.

Las chicas se despidieron, ignorando lo confundido que estaba Ayn.

Ya en el auto, Riliane fue la que empezó a Hablar.

-Ella me regaló el vestido. Dijo que ya no le quedaba, y me gustó. Tuve que arreglarle un par de cosas pero nada muy importante.

Ayn asintió, sin despegar la vista del volante.

-¿Y qué le dijiste para que te lo diera?

-Le dije que iba en camino a una cita.

-¿Qué clase de obsesión tienen ustedes con las citas?

Riliane solo se rió y se dedicó a recargarse en el respaldo del asiento.

-Ahora sí le haces honor a tu nombre, ¿sabes? -dijo Ayn, también sonriendo.

-¿Qué puedo decirte? La hija del mal tiene buen gusto.

Cuando llegaron al hotel, Riliane y Ayn se dirigieron hasta el último piso, en donde se encontraba el restaurante.

-El plan comienza desde ahorita -explica Ayn en voz baja-. Solo trata de acercarte lo más que puedas a Rogzé y trata de llevarlo a un lugar a partido de la gente.

El Karma Del Mal No Terminará (continuación de Story of Evil)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora