Disparo al corazón

Capitulo 48

SOFÍA GARCÍA.

Sentí el olor de una fragancia dulce y cara, sonreí y ella comenzó a repartir besos por mi cuello, luego por mis mejillas para terminar en un beso lento el cual correspondí de inmediato.

Abro los ojos y le sonrió, ella me mira tranquila y deja un beso en mi nariz.

-Te traje el desayuno.

Me siento en la cama y tapando mis senos con la sabana y ella me mira sonriendo.

La noche anterior me exploro hasta el alma y ahora me cubro la desnudez apenada, es que mi cuerpo siempre me dio pena.

Ella fue gentil, atenta y dulce, me hizo el amor como ella había dicho que lo haría y lo disfrute tanto que me seria imposible olvidar cada segundo.

Me sentí bien con ella, me sentí venerada y deseada, me hizo sentir un placer que antes no había siquiera imaginado, sentí lo que era el verdadero clímax .

Acaricio su mejilla con mis nudillos y cierra los ojos sintiendo mi tacto.

Coloca la bandeja del desayuno sobre mis muslos y se sienta frente a mi.

-Vaya, si que tienes talentos culinarios.- observo la bandeja con frutas, tostadas con mermelada, jugo exprimido y café.

-Me defiendo.

Desayunamos entre risas y besos, ella está mostrándome una parte de ella que antes no podría siquiera haberla imaginado.

Luego del desayuno ella se lleva la bandeja y yo entro a la ducha, dejando que el agua caiga por todo mi cuerpo relajando mis muslos, mis pierdas duelen y los recuerdos de la noche anterior golpean mi mente haciendo que mi centro se hinche y palpite.

Muerdo mi labio inferior pasando las manos por todo mi cuerpo, recordando como se sentían sus caricias, besos y mordidas, como me hizo gemir y como ella gemia en mi oído, su mirada oscura pero brillante al ver mi cuerpo como si fuera el de una Diosa y la verdad es que el suyo era el de una Diosa, es perfecta y parece tallada y esculpido por Dios en su inspiración más grande.

Ella era pecado, lujuria, deseo y placer, todo lo que una persona necesita para volverse loca y caer en los encantos de su sonrisa sinica que tanto provoca.

Siento unos brazos rodear mi cintura y unos labios se apoderan de mi cuello llenándolo de besos y mordidas, jadeo y hago mi cabeza hacía atrás apoyándola en su hombro.

Enrededo mi mano en su pelo pegandola más a mi cuello y sus manos comienza a recorrer mis pechos apretandolos y masajeandolos, para luego bajar por mi abdomen hasta llegar a mi intimidad tocando y pellizcando mi centro que me arrancan gemidos de mi garganta.

-Tus gemidos son música para mis oídos, nena.- dice mordiendo el lóbulo de mi oreja.

Francesca acelera el movimiento de sus dedos sobre mi clitoris y con su mano libre pellizca mi pezón haciendo que mis gemidos sean más fuertes.

Minutos despues llego al orgasmo mordiendo mi mano para ahogar un grito, esta mujer no solo tiene el cuerpo de una Diosa si no que sus manos te hacen ver las estrellas al igual que pone el cielo a tus pies y ni hablar de su lengua, su lengua es el mismísimo infierno en cual no me importaría pasar la vida ardiendo.

Luego de tres orgasmos más provocados por su lengua, terminamos de ducharnos y salimos del baño.

Nos pusimos el traje de baño y encima de el, ropa cómoda y ligera, me es raro verla sin el traje caro y elegante que usa siempre, no se que Francesca me gusta más si la excitante mafiosa poderosa que impone miedo u la mujer dulce y excitante que tenía enfrente, sin duda las dos porque cuando es una de esas también es la otra parte, es ella y no cambia, solo mejora.

Cuando salimos de la cabaña, habían dos caballos en la entrada uno negro y otro blanco, corrí a acariciarlos y estos eran simpáticos.

-Les caíste bien. - dice acariciando a uno. - ¿Sabes montar?

-Me defiendo. Mi padre me llevaba a montar cuando era pequeña.

Francesca me ayuda a subir al caballo negro y luego se monta en el blanco.

-Veamos si me alcanzas- dice riendo y el caballo comienza a alajearse rápidamente.

Agitó las riendas para que el caballo comience a andar rápido, este no tarda en en alcanzar a Francesca quien me mira sorprendida y comenzamos la carrera de quien da mas rápido la vuelta a la isla.
_________________________________________

Me bajo del caballo riéndome y Francesca llega con el caballo mirandome seria.

-Le gane señora Amatos. - digo burlándome

Francesca me toma fuerte de la cintura y me alza cargándome sobre su hombro, pataleo riendome para que me suelte haciéndome la idea de lo que hará.

Comienza a adentrarse al mar y me azota el culo para que deje de patalear y termina termina tirándome al agua.

-Eso te pasa por burlarte - sonríe y yo salgo de debajo del agua y me tiro sobre ella cayendonos ambas.

-Y eso te pasa por tirarme.

Ambas nos reímos y comenzamos una lucha de agua salpicando agua en la cara de la otra.

Francesca se ahoga y me mira fulminandome comienzo a nadar rápido lejos de ella, pero me sigue y me alcanza.

Me toma fuerte la cintura y besa deseos, correpondo de la misma manera rodeándo su cintura con mis piernas, abre mi camisa rompiéndola y yo la beso bruscamente arañando su cuello.

Agarra fuertemente mis glúteos y comienza a caminar a la orilla del mar, me acuesta sobre la arena y rompo su camisa, ella mete su mano en dentro de mi pantalón y comienza a masturbarme rápida y desenfrenadamente, arañó su espalda y muerdo desesperada su cuello ahogando los gemidos que se escapan d mi boca.

Esta mujer es la fantasía que siempre estuvo escondida en mis deseos más oscuros y en mi subconsciente, es la lujuria que se escondía en mi interior y el pecado al cual me aferro deseosa por mas de ella.

Me vuelve loca, estoy loca por ella. Francesca Amatos es la droga mas fuerte de todas se apodera de su sistema y cerebro despiadadamente alojándose en cada rincón de tu ser, es la droga que no quieres dejar y la cual no podrías aunque quisieras.
_________________________________________

Feliz día del lector a las nenas de Francesca😂❤

No se olviden de seguirme en instagram y tiktok.

Muchas gracias por la paciencia y quiero decirles que no he olvidado esta historia de hecho le pongo muchas ganas y empeño.📚❤