El era como la lluvia en el verano, refrescante cuando aparecía pero cuando se iba dejaba un ardor en mí corazón, como si nunca hubiese llovido en realidad, su sonrisa me daba paz y tranquilidad, sentía que podía contra todo si el sostenía mi mano, el me hacía ser valiente y sentir que tenía la fuerza para combatir lo que quisiera pero...el día que se fue sentí un nudo en mi garganta y un vacío en mi corazón.
ESTÁS LEYENDO
Cartas jamás enviadas
Short Storyesta no es una historia como tal, sólo es un espacio en el que quiero desahogarme cada que piense en él, talvez tú puedas sentirte identificada conmigo y si no es así...sólo quería desahogarme.