¿Amor? ¿Donde?

Capitulo 1

Yeah you. Yeah you. I used wanna be. Living like there's only me. But now i spend my time. Thinking about a way to get you of my mind...

Le lanzo un cojín al despertador y me levanto de la cama perezosamente. Justo cuando me estoy poniendo las zapatillas, entran en mi cuarto sin llamar. Como de costumbre.

-Hola niña -dice la vieja amargada a la que se supone que tengo que llamar abuela. Ja. Mi verdadera abuela era la madre de mi padre, que siempre me trataba genial y me quería muchísimo, no la madre de mi madre que me trata como una mierda.

-Buenos días -digo sonriendole falsamente.

-Serán para ti, porque tu no tienes que cuidar a una mocosa, yo si -dice guiñandome un ojo.

-Esto.. Necesitas algo? Me tengo que vestir y.. -digo antes de que me corte.

Y no, no me corta hablando. Me da un guantazo en toda la cara, provocando un arañazo en esta.

-Te ha preguntado alguien mocosa?! A ver si aprendes a no interrumpirme. Y ni se te ocurra llorar. Que entonces si vas a llorar, pero con ganas. Preparate que hoy vas al internado. Si, ese del que hablamos. Yo ya no te cuido mas. -y dicho esto, se va.

No digáis nada. Yo ya estoy acostumbrada a esto..

Me seco dos lágrimas que habían caído de mis ojos y me visto con el uniforme del internado. Que consistía en una camiseta apretada y una minifalda. ¿...? ¿que mierda de internado es este?

Me lo pongo sin rechistar. Lo último que quiero es otro golpe. El uniforme era rojo y negro. Con unos zapatos negros a juego. Me deje mi pelo liso rubio suelto. Me hice la mochila y bajé corriendo.

-Si que has tardado. Vaga. -y dicho esto, me meto en su coche.

Cuando llegamos, las dos bajamos. Sonrío al ver la moto de mi hermano aparcada en el aparcamiento. Hoy por fin le vería. Tres infinitos años sin verle y por fin le vería.

-Que mocosa, ¿ya has visto a esa cosa a la que llamas hermano? -dice seria.

-Si, normalmente me da por ponerle apodos a los bichos. Como a ti, abuela -digo guiñándole un ojo.

Antes de que me pegue salgo del coche y cojo las maletas.

-Hasta nunca! -digo sonriendo.

Ella arranca el coche rápido y se va. Ja. Por fin, por fin la he perdido.

Entro al internado y hay mucha gente abrazándose, y salundandose. Me voy a pedir mi numero de habitación y mis llaves, y cuando lo consigo, voy corriendo a ver mi cuarto. Cuando llego, veo a una chica con el pelo castaño, ni muy claro ni muy oscuro. Yo diría que normal. Tenia ojos marrones también, y era delgada, como yo.

-Oh, Hola, yo soy Laura -me dice extendiéndome su mano. La cojo y la saludo.

-Yo soy Abby. Abby Johnson -digo sonriendo.

-Oh, así que Matt Johnson es tu hermano -dice sonriendo.

-Si.. -digo sin saber que decir.

-Tia, esta buenisimo. Como tu. Ambos sois rubios, delgados, con ojos azules. ¿que mas se puede pedir? -dice haciendo que ría.

-Gracias, tu tampoco te quedas atrás -digo guiñándole un ojo.

-Ah por cierto.. Dime por favor que no eres una fresita. Que no te gusta ir abriéndote de piernas ni ir provocando. Bastante nos vale ya con este maldito uniforme. -dice enfadada.

-No, tranquila. No soy de esas. Y también odio este uniforme -digo riendo.

-Pues debes ser la única aquí, aparte de mi claro esta. -dice sonriendo.

-Pues ya tienes una amiga -digo devolviéndole la sonrisa.

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Las clases transcurren mas rápido de lo que creía. El profesor de Naturales ya me había apodado como empollona por responder correctamente a sus preguntas. Si.. Un profesor se mete conmigo por estudiar. Pero bueno, lo importante es que ahora estaba buscando el baño. Que por cierto, no estaba por ninguna parte.

¡Aja! Aquí estas. Okey Abby.. Le hablas a un baño.

Cuando llego, escucho ruidos, no gritos, no.... ¿gemidos? Dios haz que termine rápido.

Cuando termino salgo y veo a un chico de ojos azules y pelo negro morreando a una fresita de pelo rosita y el pintalabios corrido. Cuando cierro la puerta del baño los dos me miran. La chica con una sonrisa..¿superior? Y el chico con una sonrisa traviesa mientras me guiña el ojo. Yo ante ese acto, me sonroje. Agggg como odiaba sonrojarme. Pero rápidamente salgo del baño. Este iba a ser un día demasiado largo.