Capítulo 4

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   Garra Sombría despertó. Salió de la guarida de los guerreros detrás de Patas Blancas y Manto Abrasado. Vieron a Leónido acercarse.
   -Estrella Arenosa quiere vernos a los cuatro- dijo el atigrado gris.
   -Bien-Garra Sombría respondió por sus compañeros, que asintieron. Caminaron hacia la guarida del líder, que los esperaba dentro. Los cuatro recién llegados se sentaron a petición del gato melado.
   -Perfecto- dijo -. Ahora que están los cuatro, hay algo que quiero decirles- explicó. Garra Sombría no sabía que podría ser, pero esperó pacientemente, sin hacer preguntas- los cachorros de Nube Blanca y de Flor Trigueña ya están preparados para salir de la maternidad- empezó-. Lo he pensado mucho, y luego de ver su fuerza en la batalla contra los proscritos-miró unos segundos a Garra Sombría- decidí que quiero que ustedes los entrenen- a Garra Sombría le temblaron las patas de emoción, ¡iba a tener un aprendiz! -Patas Blancas, entrenarás a Espinilla. Manto Abrasado, trabajarás con Pequeña Albina. Garra Sombría trabajará con Pequeño Celestino y Leónido con Pequeño Pino- hizo una mueca al pronunciar aquel último nombre. Era obvio que el cachorro le generaba recuerdos poco bonitos, y que le habia asignado un mentor más experimentado por eso mismo- gracias por venir. La ceremonia se realizará mañana, cuando el sol se encuentre en lo más alto.- Anunció el líder.
   -Gracias por esto, Estrella Arenosa-Garra Sombría inclinó la cabeza, y sus compañeros repitieron el gesto-no te arrepentirás.
   Estrella Arenosa asintió y los tres jóvenes salieron de su guarida, aunque el líder le indicó a Leónido que se quedara. Garra Sombría estaba muy feliz por la gran noticia, y fue directamente a la guarida de las curanderas. Allí se encontró con Pedregosa, que, al verla entrar, le habló.
   -Luciérnaga salió a buscar hierbas. Está cerca de las Rocas Soleadas- explicó.
   -Gracias- agradeció la joven guerrera, y salió corriendo hacia el túnel de aulagas. Cruzó y comenzó a correr por el bosque. Finalmente, llegó a las Rocas Soleadas, y allí cerca vió a Luciérnaga.
   -Garra Sombría- ronroneó Luciérnaga al verla -que bien que llegaste ¿has visto perifollo? Es lo que estoy buscando- explicó.
   -Creo haber visto unos brotes de perifollo por aquí cerca- los ojos de la curandera se iluminaron -pero solo te los mostraré si me dejas contarte lo que me pasó.
   -Hmmm-Luciérnaga se mostró interesada en la oferta, además de curiosa-está bien, cuéntame.
   -¡Voy a tener un aprendiz!- exclamó, emocionada. Había deseado pronunciar aquellas palabras en voz alta desde hacía rato.
   -¡Genial!- dijo Luciérnaga -felicidades. Aunque era bastante obvio que tarde o temprano te adjudicarían uno.
   -¿Por qué lo dices?- preguntó -podría haber sido tanto a Manto Abrasado como a Patas Blancas, o a cualquier otro guerrero del clan.
   -No-aseguró ella-tú fuiste la aprendiza de Garra Negra, y, además, la que descubrió a Garra de Pino.
   -Manto Abrasado también lo sabía-replicó la guerrera negra.
   -Sí, pero él no tuvo el valor suficiente como para hacerle frente y matarlo- explicó la curandera.
   -Supongo que así es- a Garra Sombría le costaba creer que fuera la favorita de Estrella Arenosa <<pero de todas formas, a los demás también les otorgará un aprendiz>> se dijo a sí misma. La voz de Luciérnaga la sacó de sus pensamientos.
   -Hablando de Manto Abrasado, ¿cómo te va con él?- preguntó la gata de ojos azules en tono risueño. 
   -Pues... no creo que sienta eso que dices- maulló Garra Sombría. Ella decía eso, pero en verdad era porque no pensaba que alguien pudiera llegar a amarla de esa forma.
   -¿Y por qué duermen juntos?
   -Pues porque somos amigos-replicó la gata-además, hace mucho que no hacemos eso.
   -Ajá-maulló Luciérnaga.
   -Bueno, ¿quieres ver la raíz de perifollo o no?-preguntó Garra Sombría en un intento de cambiar de tema, que por suerte funcionó, ya que su amiga captó ese sentimiento.
   -Claro, sí. Guíame- pidió la curandera.
   Garra Sombría la condujo por el bosque hasta un punto cerca del río, y entre unas rocas le señaló unas hierbas con la cola.
   -Sí, estas son. Gracias Garra Sombría. Creí que tendría que estar caminando por mucho más tiempo ¿cómo sabes tú cual es el perifollo?- preguntó, curiosa.
   -Por su olor, y porque te he visto clasificando raíces- explicó -no sabes cuanto hablas al hacerlo "perifollo, milenrama, perifollo, milenrama"- repitió en tono burlón.
   -Calla- la calló Luciérnaga. Al principio Garra Sombría creyó que se había enojado, pero al verla notó que se reía de sí misma.
   -Bueno, ¿tienes algo más que hacer?-preguntó.
   -No. Pensaba volver al campamento e ir a ver a los cachorros, ya que me cuentas que van a ser aprendices- explicó.
   -Bien, entonces te acompañaré hasta el campamento y luego saldré a cazar- decidió.
   -Perfecto-aprobó Luciérnaga-me vendría bien un poco de companía.
   Caminaron hasta el campamento. Durante el viaje nadie habló, pues la curandera tendría que haber soltado las raíces que llevaba en la boca. Al llegar, se despidieron y Garra Sombría volvió a salir. Caminó por el bosque y agudizó sus sentidos, pero estos quedaban callados al mezclarse con la emoción que recorría su cuerpo.

                                              ●  ●  ●

   Garra Sombría se sentó bajo la Peña Alta al escuchar el llamado de Estrella Arenosa. El sol ya estaba en lo más alto, y era hora de la ceremonia.
   -Hoy estamos aquí para nombrar aprendices a cuatro de nuestros cachorros. Pequeña Albina- llamó. La cachorra dió un paso adelante, tiesa del nerviosismo- desde ahora y hasta que te ganes tu nombre guerrero, serás conocida como Zarpa Albina-anunció-. Manto Abrasado. Tu fuiste aprendiz de Tormenta Gris, y confío en que transmitirás lo que te enseñó a Zarpa Albina-. El mentor dió un paso adelante y entrechocó narices con su aprendiza, que se sentó a su lado-. Pequeño Celestino- Garra Sombría se estremeció. Era su turno- desde ahora y hasta que te ganes tu nombre guerrero, serás conocido como Celestino. Garra Sombría. Fuiste la aprendiza de Garra Negra, y la única con el valor suficiente para confrontar a Garra de Pino. Confío en que transmitirás tu valor y tu fuerza a Celestino- la gata se paró y dió un paso al frente. El cachorro se acercó. Parecía nervioso, pero contuvo la calma y le dió un suave toque en la nariz.
   Ela y su aprendiz se sentaron-lo estás haciendo muy bien- le susurró al oído. El aprendiz la miró y pareció animado.
   -Espinilla. Desde ahora y hasta que te merezcas tu nombre de guerrera, serás conocida como Zarpa Espinosa. Patas Blancas. Tuviste la suerte de tener dos mentores. Espero que transmitas todo lo que te enseñaron a esta aprendiza- las gatas entrechocaron narices, y el líder continuó hablando-Pequeño Pino- la mirada de Estrella Arenosa se oscureció al pronunciar ese nombre- desde ahora y hasta que te ganes tu nombre guerrero, serás conocido como Zarpa de Pino- hizo una pausa para aclararse la voz y continuó, esta vez más alto-Leónido. Eres un guerrero fuerte y leal-hizo énfasis en esa última palabra- confío en que transmitirás esas cualidades a Zarpa de Pino- terminó. Aprendiz y mentor entrechocaron narices, al tiempo que el líder daba fin a la reunión.
   Unos minutos después, Garra Sombría vió a Celestino acercarse a pasos rápidos-hola-saludó el recién nombrado- ¿el entrenamiento iniciará hoy o mañana?- preguntó.
   -Iba a iniciar mañana, pero como voy a salir en la patrulla fronteriza, te llevaré conmigo. Es muy importante que conozcas las fronteras entre clanes- explicó. Al gato blanco y gris se le iluminó la mirada al oír esas palabras.
   -¿Vamos?- Tormenta Gris y Flor Centelleante estaban detrás de ella -¿vendrá con nosotros?- preguntó el guerrero gris. Garra Sombría asintió y los cuatro juntos salieron por el túnel de aulagas. El corazón de la guerrera palpitaba con su aprendiz junto a ella. Levantó la cabeza, orgullosa, y condujo la marcha por el sotobosque.

   

Días Sombríos #2 / Compañeros / Los Gatos GuerrerosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora