Capítulo 18

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Roy se encontraba en su habitual posición cuando hacía guardia, de cuclillas, sobre una de las paredes de la academia, solo que esta vez no estaba solo, Elizabeth lo acompañaba. Habían estado ahí por 15 minutos y ninguno había pronunciado una sola palabra, en el almuerzo tampoco habían hablado, él mantuvo toda la tarde su máscara de coronel.

La chica lo miró desde su posición, él estaba con la vista fija hacia el bosque.

— Nos viste antes de llegar, ¿no es así? —La pregunta lo sacó de sus pensamientos, sacudió su cabeza y entendió a qué se refería Lizzie, el día que llegaron a la academia.

— Así es, debes agudizar tus ojos y tus oídos, todos tus sentidos, en realidad, debes ser uno con tu alrededor.

— No entiendo para que hacen guardia si la academia está protegida. Nadie que no sea digno puede entrar.

— No queremos correr el riesgo, desde esta pared soy invisible a los ojos del enemigo, si se acercan demasiado, atacamos antes de que puedan intentar algo.

— Estás enojado conmigo, ¿no es así? —La pelirroja al fin encontró valor para preguntarle, no es que le tuviese miedo, solo no quería pelear.

— No contigo, y no estoy enojado, solo algo molesto.

— ¿Y se puede saber el porqué? —El coronel volvió su mirada al bosque y no respondió nada, ella prosiguió—. Puedes confiar en mí, no seré una experta luchadora, pero no soy una niña, Roy, si queremos que esto funcione, debes confiar en mí. —El coronel no respondió de inmediato.

— No quiero que participes en la misión del ermitaño, es peligrosa y será muy difícil, no dormiremos en un hotel precisamente.

— Sé el riesgo que conlleva esta misión, Roy, y sé por qué también es tan importante que yo vaya. Mi padre ya no está, y soy lo más cercano que queda, puedo intentar persuadir al ermitaño para que nos ayude, es nuestra única oportunidad, si Ferrel no puede regenerarse, significa que podemos matarlo, Roy, estoy segura de que ya pensaste en eso.

— Claro que lo pensé, es... es solo que no puedo pensar con claridad cuando se trata de ti, debo liderar esta misión, llevarlos y traerlos a casa a salvo, y mi mayor preocupación eres tú.

— No quiero interferir, Roy, no quiero ser un problema, quiero ser parte de la solución, mi padrino tiene razón, debo adquirir toda la experiencia posible, elegí ser un miembro activo en esta guerra, no puedes mandarme a la banca.

— No quiero mandarte a la banca, solo quisiera llevarte a mi cabaña y esconderte allí para que nada te pase, pero sé que eso no va a suceder, no lo permitirías y yo no me lo perdonaría, no puedo romper tu espíritu, es por eso que estoy molesto conmigo. —Hizo una pausa y la miró—. No quiero fallarte Liz, no soy solo tu entrenador y tu coronel, también soy tu novio, y debo aprender a ser los tres, toda mi vida me he adaptado, ahora lo haré también.

— Podemos lidiar con esto, entrenaré más duro y saldremos a hacer misiones pequeñas para que pueda adquirir experiencia en campo abierto, haremos de este mes todo un maldito año. —Roy la miró por última vez antes de volver a fijar su vista en el bosque.

...

La semana fue pasar de un campo a otro, Colín, quien era tecnópata, creo dagas bumerán, que se devolvían hacia ella, también lo hizo con las flechas de Keylha y los shuriken de Tony. Había aprendido a controlar 3 poderes más: la invisibilidad de Tony, la curación de Verona, ya que la directora insistió en que era realmente necesario en caso de emergencia, y ahora trabajaba en la superfuerza de Rory, quien resultaba ser hermana mayor de Suki, y a pesar de lo que Elizabeth pensó la primera vez, se llevaron muy bien inmediatamente, también era coronel, pero tenía cerca de 30 años y la habían ascendido hace solo un mes. Además, estaba casada con Oliver.

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