ASHKALY: en búsqueda de la verdad

Capítulo 16. La ciudad de la sabiduría

A la mañana siguiente me paré para alistarme e ir con Damian a la gran biblioteca de la ciudad de Hikma, en donde se encontraba toda la información sobre las especies del plano 73 y sobre algunos eventos de su historia. Para mi sorpresa Aylin ya no se encontraba en la habitación, ni siquiera escuché cuando salió.

Después de que Damian y yo desayunáramos tomamos una especie de dragón para ir más rápido a la biblioteca, el dragón era muy parecido a cómo te lo pintan en películas o libros, solo que estos eran menos grandes y no eran salvajes, Damian me contó que antes los dragones eran mucho más grandes por lo que los utilizaban para combatir, sin embargo cuando la guerra territorial terminó y todo se solidificó como una nación dejaron de utilizarlos para pelear y los utilizaron como transporte e incluso como si fueran animales de carga, y que con el paso del tiempo fueron naciendo más pequeños. Siendo sincera me dio vértigo cuando el dragón comenzó a volar, Damian me dijo que me iba a enseñar unos trucos, en un solo movimiento hizo que el dragón diera una vuelta en el aire y se dejó caer en picada. Cuando hizo todos esos "trucos" yo grité a todo pulmón, me dio mucho miedo soltarme y caer, pero Damian se aseguró que eso no pasara, pues me sostuvo durante todo el vuelo. Para finalizar el dragón subió lo más alto que se podía y vi una escena espectacular, estábamos por encima de las nubes que parecían una cama de algodón, todo emanaba tranquilidad.

- ¿Te gusta la vista? – me preguntó Damian y yo solo pude asentir – A mí también me gusta – me respondió mientras me miraba fijamente, en ese momento me sentí muy agradecida con él, de no haberlo conocido, nunca podría haber visto estos paisajes impresionantes.

Después de unos minutos Damian le indicó al dragón para que descendiera, esta vez más despacio. Llegamos a Hikma y me quedé sin palabras, parecía una copia de la antigua Grecia, no pude evitar sonreír de oreja a oreja cuando puse un pie dentro de la ciudad, que por cierto estaba rodeada de una fortaleza, Damian al ver mi gran fascinación decidió darme un recorrido por los lugares permitidos. Cada rincón que visitábamos Damian me explicaba detalladamente qué era, quien lo construyó, para qué servía y uno que otro dato curioso, en varias ocasiones no pude evitar reír.

Me contó que hace miles de años el plano 73 estaba conformado por 3 islas, Ylak, Ashk y Ketme, sin embargo las dos primeras, que eran las islas más grandes, por razones que desconocen hasta el momento fueron acercándose poco a poco hasta que formaron una sola tierra, en ese entonces los gobernantes de dichas islas tuvieron la terrible idea de ampliar su nación por lo que inició la guerra territorial, hubo alrededor de 100 años de guerra y cuando ambas partes se dieron cuenta que dicha guerra no tendría fin decidieron hacer un acuerdo, en donde tanto como Ylak y Ashk funcionarían como dos naciones separadas, sin embargo como acto de "buena fe" y para que todos los habitantes de ambas islas estuvieran tranquilos, decidieron nombrar al territorio en conjunto como Ashkaly, y actualmente nosotros pertenecíamos a Ylak.

Todo esto me lo explicó ya que Hikma no pertenece a ninguna nación, ya que aquí habitan eruditos, sabios, magos, hechiceros y brujas, todos ellos tienen un gran conocimiento en diversas áreas, principalmente en magia, por lo que pueden llegar a manejar más de tres poderes, y por lo mismo algunos de ellos fueron utilizados en la guerra territorial, pero tras ver cuanto sufrimiento y daño provocaban sus poderes cuando eran utilizados mal, decidieron venir a esta parte de Ashkaly y se autonombraron ciudad libre, además que dejaron muy en claro que ellos no volverían a interferir en ningún conflicto.

- ¿Pero cómo es que dejan entrar a otras especies? – pregunté

- Los habitantes de Hikma dicen que el conocimiento les fue otorgado para compartirlo con los demás. Además ellos no son inteligentes por leer mucho, sino que nacen con ese don y aquí vienen a perfeccionarlo, si te das cuenta hay pocos habitantes aquí