ÍNCUBO 2 : La venganza de Brooke ( TERMINADA)

capítulo 3

Assaro el hermano de Issacaro, se quedaba en frente de su espejo totalmente concentrado después de haber buscado mil y una maneras de encontrar a la amiga de Abby.
Agotado y lleno de heridas por haber cruzado demasiados umbrales, decidió que lo mejor, era ir directamente a la bruja que había invocado a su hermano, Morgan.

Abría sus ojos con lentitud y cansancio para ver al espejo empezar a mover esa neblina que se expandía para darle paso de nuevo.
Con cuidado, empezó a introducirse en el y a caminar por la oscuridad para llegar a uno de los espejos de la bruja oscura.

Después de un buen rato caminando, consiguió encontrarla y se apresuró para aparecer en el único espejo que tenía la bruja.
Las imágenes cada vez eran más claras para sus ojos y al fin, pudo hallarla sentada en un círculo dándole la espalda.

Morgan notó una presencia y fue girándose poco a poco hasta verlo en el espejo, frunció el ceño al percatarse que era un demonio.

— ¿ Quién eres? — Se daba la vuelta por completo para encararlo. — Yo no te he invocado. — Añadía con enfado. — Largo. — Decía eso último frunciendo más el ceño al ver que le resultaba familiar su rostro, como si ya lo hubiera visto con anterioridad.

Assaro sonrió petulante y ladeó su cabeza lentamente hacia un lado.

— Soy hermano de Issacaro.

Ahora entendió porque le resultaba conocido, si, estaba claro que eran hermanos, tenían un cierto aire en su rostro, muy leve, pero se parecían, sobretodo en esa voz sensual e intimidante.

Lo visualizó más detenidamente;
Sus cabellos negro como azabache y algo ondulados, le llegaban hasta los hombros, sus ojos eran de un tono algo más rojizos con un tono más bien cobrizo, pero igual de brillantes como dos estrellas en el oscuro e inmenso universo.
Sus labios eran algo más gruesos que los de su hermano, y su cuerpo era mucho más corpulento.
Se podía ver por su camisa negra abierta su torso en donde aparecían sus pectorales bien marcados en donde un colgante salía a relucir con una especie de dragón que parecía acunar una esfera brillante del mismo color que sus ojos.
La vestimenta era parecida a la de Issacaro, iba totalmente oscuro tanto de la camisa que portaba como de esos pantalones que parecían ser de un cuero menos brillante, parecían ser mate.

Le daba un repaso de arriba a abajo ante la mirada divertida del íncubo que sabía lo que estaba pensando.

— ¿ Y qué haces aquí?

Preguntaba sin dejar de observarlo.

— Mi hermano quiere que le devuelvas el favor.

Elevó su mirada a los ojos de él ahora — ¿ Qué favor?

— Ya lo sabes, gracias a él, te libraste de esa chica, de Abby.

Apretó la mandíbula aún sintiendo esa rabia por ella después de cinco años.

— Yo no le debo nada.

— No estás en disposición de negarte Morgan.

Apretaba de nuevo sus dientes mientras se levantaba del suelo para encararlo más de cerca.

— ¿ Disculpa?

— Te recuerdo que fue gracias a mi hermano que conseguiste tu venganza, deberías estar agradecida por ese pequeño e insignificante favor, ahora te toca a ti devolverlo. A no ser, que quieras que se emprendan represalias.

— ¿ Me estas amenazando?

— Obviamente que si.

Morgan tragó saliva — ¿ Qué quiere? — Se cruzaba de brazos al preguntar.