˚｡⋆˚ǫᴜᴇ ᴘᴀsᴏ ᴄᴏɴ ᴍɪ ɢɪʀʟ˚⋆｡˚ ⋆

I. Chico raro

Narra: Jess
Después del funeral de mi padre, mi madre tomó la gran decisión de mudarnos a Estados Unidos para poder comenzar de nuevo, mi madre sufrió demasiado tras la pérdida de mi padre.

El vuelo tardo 12hr, al salir del aeropuerto un taxi esperaba afuera por nosotros, para llevarnos a nuestra nueva casa subimos las maletas en la cajuela y nos subimos al taxi, mi madre le indicó al conductor la dirección, estaba ocupada con su tablet leyendo los casos asignados, es muy reconocida por su puesto como jueza.

Mi hermano es mayor que yo, solo por unos meses, su expresión era neutra como siempre.

Al llegar a nuestra nueva casa ayude a bajar las maletas del taxi junto a mi hermano mientras mi madre pagaba el taxi y entraba a la casa, estaba en una clase de llamada importante ahora, no es gran cosa, la casa es hermosa y muy elegante te a decir verdad, mi hermano entro con maletas en sus manos y como siempre me dejan sola con las demás cosas.

Al intentar mover mi maleta, se atasco la rueda y se me hace difícil moverla, hasta que un chico la agarra y logra sacarla de donde se había atascado.

-¿Necesitas ayuda preciosa?-dijo cuando logró sacarla, con una sonrisa ladina bastante moleta para mi parecer.

Lo veo de pies a cabeza de manera extraña y molesta, solo con su comentario me hace sentir irritante, es bastante, debe medir 1.79 o 1.80, su cabello parecía que estaba teñido de rubio pero se le estaba callendo el tinte porque varios mechones son de color castaño oscuro, tiene puestas unas gafas de sol, muy irónico de su parte, ¿dios quien hace eso?, aparte estaba muy nublado.

-No me llames así.-fue lo único que dije para tomar la maleta de manera un poco brusca. Me hubiera gustado decirle más cosas por su comentario pero no quería tener problemas el primer día en la ciudad.

-Tranquila, solo estaba tratando de ayudar, no me molestaría un gracias.-su tono con un poco de "gracia" hace que su sonrisa se haga más grande, pero no tarda mucho tiempo en desaparecer, supongo que fue por la expresión de mi cara, una expresión como "No estes chingando" bastante fuerte supongo, pero funciono para quitarle su horrible sonrisa.

-Veo que te encanta socializar.-no le hago caso y sigo mi camino, pero escucho sus pasos detrás de mi.
-¿Nueva en la ciudad?
-Que te importa, métete en tus propios asuntos.-Respondí con molestia y entre a mi casa cerrando la puerta detrás de mí y dejando al chico ahí afuera.

Fue cuestión de segundos para que mi madre me mostrara mi habitación, bastante grande, me encantó la ventana, pues daba una hermosa vista hacia la ciudad.

Desempaque mis cosas, solo es ropa, maquillaje, libros, ya saben cosas de jóvenes, no fue tan tardado ya que mi madre contrató a un remodelador de interiores, para que cuando nosotros llegáramos fuese más rápido y no tan cansado para ella y pasa nosotros, cuando dieron las 12:30 decidí irme a dormir, era cansado tomar un vuelo y llegar a esta ciudad nueva y todo eso.