Quiero otra obscuridad,
una muralla sin ladrillos dáctiles,
de soles entre branquias en la arena;
la que deja contornos,
la que tiene nostalgias del subsuelo.
Quiero una luz pequeña
para no ver mis llagas,
para estar escondido de la gente
Ya no tendre el espejo de la fuente
ni el trozo de esa luz, ni otras miradas;
nadie verá los yunques de mi escápula,
ni mis manos, mi vientre, ni mi cara.
Quiero mirar al otro todavia
y no ser observado por el tigre,
quiero tocar el mundo y la materia,
que no sepa jamas de mi contacto.
Quiero un dia sin metales
sin huellas, sin sulfuro,
las noches sin astillas,
los cristales sin lama
Quiero la obscuridad de las esporas
ser yo el que ya no sufra;
estar en el estanque y no ser herido
con armas tan dolorosas como estas.
Quiero estar donde el dia y la noche
sean uno por siempre,
donde la vida y la muerte
me acojan con seno maternal
y por fin en la obscuridad segura,
ser yo mismo.
