Después de tanto tiempo, tantos años en los cuales se luchó por finalmente presenciar este día: la Sesión de la Cámara de Senadores en donde se discute la integración de los autoproclamados 26 territorios municipales para conformar una nueva entidad federativa en nuestra nación. Es un día increíble: desde Ciudad Casa Abraham hasta Totóxtlan se encuentra la gente aglomerada, y algunos otros más fanáticos de todos los municipios se conglomeraron en Plaza 27 de Febrero, frente a la antigua Mansión de Vizcaino (en donde se encontraban dando arreglos para hacerla funcionar para algo) en donde había un gran templete, con una pantalla que proyectaba en debate: la defensa de los amarillos, el ataque de los azules y la discordancia de los tricolores que solamente redundaba en un tema que no querían soltar facilmente.
En paralelo, a 12 cuadras de la plaza, encontramos un salón de nombre "Álamillo" ambientado en una temática romana, en el cual, al interior surgía otro debate: el Congreso Constituyente de Aldama Legislatura 0, integrado por 12 personas y presidido por María del Carmen Kennel Santos, una dama de cabello recogido, mirada frívola, vestimenta discreta pero que destacaba por su finura en los acabados de los brazos y falda color caramelo, quien se encontraba jugando con un lápiz entre sus manos sudorosas y temblorosas, tratando de poner atención de los posicionamientos que daba cada uno de los Constituyentes, al hacer esa sesión en paralelo en pro de ponerse de acuerdo el actuar que tomaría el territorio en caso de que el fallo del Senado saliera negativo - En vista de haber agotado las reservas - habló desde su lugar, con una voz firme, tratando de esconder el nerviosismo que le recorría desde el vientre hasta la médula - y al no estar listo este Congreso para emitir una votación racional, propongo un receso de 50 minutos, de manera que podamos atender a la sesión del Senado de la República, escuchar su fallo y, a partir de ahí, tomar la decisión más coherente -.
Posteriormente, solicitó a la Secretaría de poner a votación la moción de la presidencia, en la cual, ganó mayoría por la afirmativa, a la cual anunció el levantamiento de la sesión mediante la campanita de cristal que tenía en el escritorio. Desde el fondo de todo ese conjunto de sillas escolares en las cuales estaban acomodados los congresistas (excepto la Mesa directiva), se encontraba Don Enrique López Marín, quien había estado en ese lugar desde hacía 20 años, cuando empezó este movimiento: era el único que se encontraba desde el inicio de toda esta situación, cosa de la cual estaba muy consciente, tanto que ahí lo podías ver con su mirada de zafiro perdida entre la nada, con una mano en su pluma fuente y otra en su saco gris claro, mientras reconstruía todos los hechos que llevaron a ese punto exacto de la historia, del cual se encontraba a punto de presenciar su desenlace final... ¿O tal vez no era así? ¿O tal vez tendría que seguir luchando por eso tan añorado? ¿Tendría la energía y la fuerza suficiente? Todo eso atormentaba a Don Enrique mientras comenzaba la construcción de esta historia...
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¿Ubicas el Estado de Aldama?
Historical FictionEntre la bruma de la selva lacandona, se encuentra un territorio con una historia espectacularmente especial, una historia de luchas continuas, de diversos sabores y desazones, un territorio que logró un cometido: se convirtió en un estado más de la...