00:20 - Navidad

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En vísperas de nochebuena, la ciudad se convierte en una obra de teatro a punto de empezar, parejas paseando y familias celebrando su cálida unión, que, al ser una fiesta extranjera traída por los cristianos pasaba desapercibida

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En vísperas de nochebuena, la ciudad se convierte en una obra de teatro a punto de empezar, parejas paseando y familias celebrando su cálida unión, que, al ser una fiesta extranjera traída por los cristianos pasaba desapercibida. Pero incluso en la alegría del día los accidentes llegan en bandeja de entrada al correo, las llamadas telefónicas en villancicos, y Santa Claus trae de regalo a personas a punto de expirar el alma, un comediante el Papá Noel.

El sol posa en su máximo esplendor, o intentando no apagarse entre las nubes que opacan su presentación, una, a la que Mo agradeció al cielo cambiar de protagonista para el preámbulo del evento principal en el día de hoy, tal vez era una señal para que ocupe su lugar en cielo y empiece a brillar más que la estrella del árbol de Navidad.

En el nido de sábanas que armó en resguardo del feroz frío de la madrugada, la perezosa mañana del 24 es baleada por un mensaje de Kōtarō invitándole a desayunar a un lugar que tenía de preferencia; pensar en comida gratis es esperado que los ojos de Mo se acomoden en su cara sin invitación, igual de gallina, no contó ni diez minutos en los que se encontraba corriendo a la estación de tren con el estómago acuchillando por dentro, no solo por la exigencia de alimento, en estos instantes, Mo combatía a la misma menstruación en su útero y casi perdía la batalla, más, se mantenía en pie por sacarle plata a Takebayashi en el regocijo de su panza.

En 30 minutos la preocupación invadía cada sector de su ingenuidad al creer que ensució la silla del local en el que se encontraban.

Kōtarō escondía sus ojos en el reflejo de los lentes, algo muy habitual al querer expresarse y retener el flujo de sus palabras, sin embargo, intencionalmente, lo hacía ver genial.

- Antes de venir atendí una llamada de mi padre - inició, tomando un sorbo del café con chocolate y helado que ordenó, para él, le recordaba al maid café que se encontraba cerrado - no van a poder pasar Navidad en casa porque no les dieron días libres, pero, creo que no tienen ganas de verme. -concluyó con la mirada hacia la calle de la ventana, perdiéndose entre los autos que transitaban a ese horario. Mo no coordina palabras para consolarlo, tal vez sea el hecho de que no le molestaba el abandono de sus padres, sino, la soledad que sufría por su parte, algo que para Kōtarō, poseía el mismo valor que su guitarra.

- Kō-kun... perdón, no sé qué decirte... pero me parece increíble que no te quieran a pesar de todo lo que hiciste por ellos... mandaste a la cárcel a las personas que intentaron estafarlos, expulsaste al delincuente que te molestaba, y, cómo si no fuera poco, te matas estudiando para que se sientan orgullosos. Quedaste en los 50 primeros en las evaluaciones... no entiendo qué es lo que quieren.

- Mo... El prestigio en mi familia es lo más importante - tomó un sorbo de su bebida para continuar - mis hermanos mayores han conseguido el primer lugar académicamente y se han graduado con honores. A mi edad, solo debía de cumplir con esa expectativa y he fallado, no soy nadie para ellos, a pesar de que tuve el valor de conseguir la pruebas para el caso, solo fue otro crimen, uno que debieron cubrir con su mismo dinero - explicó acomodándose los lentes una vez más, era notorio que se encontraba nervioso y vulnerable.

0110 - Non binary - [Akabane Karma] - ESPAÑOLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora