Viena (Sebastian Stan - español)

Epílogo

5 AÑOS DESPUÉS

ISLA DE LA LIBERTAD - NUEVA YORK

-¡Buen trabajo, gracias a todos por su apoyo el día de hoy!- dije aplaudiendo una vez que habíamos acabado de grabar la última escena del día. Recogimos el equipo y llegamos al barco que nos llevaría de regreso al muelle en Nueva York. Solo faltaban dos días más para terminar las grabaciones con la Estatua de la Libertad de fondo y de verdad ya necesitaba terminarlas. Era un dolor de cabeza grabar escenas con tantos turistas hablando, a pesar de que cerraban una zona para esto, era... muy complicado... pero no imposible.

Venía hablando con el responsable de cámaras, hasta que una llamada entrante interrumpió la conversación.
-Ah perdone, debo contestar es mi esposa.
-Claro Director Stan- dijo dejándome solo de ese lado del barco.
-Hola Seb, ¿cómo van en la grabación?
-Hola cariño, ya estamos en el barco de regreso al muelle, terminamos bien por hoy.
-Me alegra mucho, umm... ¿Quieres ir a cenar?
-Claro, ¿paso por ti a la ONU? Puedo llegar en unos 30 o 40 minutos más.
-De hecho, ya salí de ahí. Te estoy esperando en el muelle.
-Ah saliste temprano, entonces te veo en un rato.
-Sí, aquí te espero, te amo.
-Te amo.

Me quedé viendo la bahía y dejé que el aire frío golpeara mi rostro. Era como un sueño estar en este país de nuevo, sin mi cabeza dando tantas vueltas y encerrado en una habitación.

Cuando el barco anunció nuestra llegada, nos apuramos a bajar el equipo y guardarlo en uno de los almacenes que nos habían prestado por esos días. Una vez que estuvo listo cada persona se fue despidiendo, al día siguiente empezaríamos las grabaciones a las 7 de la mañana. Algo que no me emocionaba en lo absoluto porque significaba estar menos tiempo con Victoria. A pesar de que ya llevábamos un par de años de casados, esa época de 'luna de miel' seguía estando presente, aunque tuviéramos pleitos y discusiones de vez en cuando.

Cuando llegué a la caseta de vigilancia, la vi recargada en la pared, vestía un pantalón negro, blusa roja y uno de sus abrigos que tanto me gustaban. Y con tenis para acabar el look, se veía que había salido de la oficina después de un día largo.
-Victoria- dije alzando mi mano en forma de saludo, corrí el resto del camino hacia ella y la envolví en un abrazo.
-Seb- dijo abrazando mi cintura.
-¿Me extrañó señora Stan?
-Siempre- dijo antes de besar mis labios ligeramente.
-¿Tienes algún lugar en mente?
-No realmente, escoge tú- dijo en un hilo de voz, su rostro no mostraba su sonrisa habitual.
-Vi, ¿estás bien?
Ella negó con la cabeza.
-Ven, vamos al parque a sentarnos un momento.
Caminamos hasta una banca al lado de un letrero de publicidad de la Estatua de la Libertad.
-Aquí estoy- dije tomando su mano como ella tantas veces lo había hecho. Por un tiempo ella no dijo nada, su mirada estaba en el piso y escuchaba su respiración un tanto pesada, su mano apretaba la mía como aferrándose a algo.
-Seb...
-Dime
-Hoy... Hoy me entregaron los... resultados de la evaluación médica que hace... la ONU cada año.
-Ah, sí lo recuerdo. ¿Saliste... mal en algo?
Ella asintió y una sensación helada corrió por mi espalda.
-¿Qué fue?- pregunté lentamente, una parte de mí no quería escuchar que algo andaba mal.
-Seb, estoy... estoy embarazada.
-¿Es-Estás...?
-Sí
-¿Vamos... vamos a ser papás?
-Sí
Dejé que la información entrara a mi cerebro antes de envolverla en un abrazo.
-¡Victoria, vamos a ser papás!- exclamé casi llorando, me había asustado por un minuto.
-S-Sé que no es un buen momento...
-¿Por qué lo dices?
-Estás a la mitad de grabar tu segunda película... y...
-¿Por eso estás tan preocupada?
Ella asintió.
-Vi, corazón, habíamos acordado que queríamos hijos. Nunca dijimos cuándo pero, ¿por qué no aceptar esta oportunidad?
-¿De verdad?- dijo con ojos llorosos.
-Sí, de verdad. Ambos somos felices y estables, ¿cierto? Podemos darle una buena vida al bebé.
Ella asintió.
-¿O, es que tú no quieres? También es válido.
-No, no es eso- se apresuró a decir.- Es solo que llegó de forma tan improvisada que... no pensé que fuéramos capaces de hacerlo o que fuera el mejor momento.
-Mientras trabajemos como un equipo, no creo que haya mucho problema. Estamos juntos en esto.
-Sí, así es- dijo mostrando una pequeña sonrisa.
-Entonces, ¿te parece bien si hacemos crecer a nuestra familia?- pregunté.
Victoria asintió vehementemente antes de taparse los ojos con las manos, tratando de ocultar las lágrimas. Acaricié su cabello y esperé a que me dejara ver su rostro, sus ojos estaban hinchados pero una sonrisa iluminaba su cara. La besé profundamente antes de seguir abrazándola.
-¿Cuándo iremos al ultrasonido entonces?

*****

FIN

Gracias por seguir esta historia a pesar de que me tomó varios años completarla, sigamos apoyando a Seb en sus proyectos 🩵