La noche había sido sencillamente exquisita, la suavidad de la cama, el colchón y almohadas que mis amigas habían escogido para mí fue el mejor deleite nocturno, ¿Se podía pedir más? No creo era perfecto.
-Buenos días, ¡uy huele delicioso! - digo animada mientras entro a la cocina.
-Sientate a desayunar amiga - me dice Maddy cortésmente.
-¿Descansaste bien? ¿Qué te pareció la fiesta? - Pregunta curiosa Lexie.
-Excelente, sus amigos son muy agradables, divertidos y...
-¿Nuestros amigos? o quieres decir, "nuestro amigo" Nicholas - señala Maddy con sonrisa sagaz.
-¿Cómo de qué?, a caso no te diste cuenta que Nick no la soltó en toda la noche - contesta Maddy mientras sirve jugo en mi vaso.
Maddy y Lexie me miran en complicidad soltando pequeñas risas pícaras por supuesto logrando su cometido, pues estaba tan roja que sentía como el ardor de mis mejillas subía y bajaba por mi cuerpo mientras mi mirada se hundía cada vez más en el sorbo que le estaba dando al jugo.
-¡Oww! - Exclama Lexie, llevando las palmas de su mano a las mejillas - Eso es muy dulce, solo asegúrate de que no esté en el closet amiga.
¿En el clóset? Por supuesto tenía una idea a lo que se referían, pero definitivamente tenía que ser otro juego de ellas, desconcertada miró a Maddy quien con su mirada fulmina a Lexie.
-¡Lexie por dios! - exhorta Maddy - que no sabes que alguien te podría escuchar.
-¿Porque dices eso Lexie? - tomó un sorbo de jugo esperando por un "es broma" de mi amiga.
-Bueno es obvio ¿no? Nick es guapísimo, todo un caballero y empresario también, pero pese a todas esas cualidades, nunca lo hemos visto con alguna chica.
-¿Eso es una prueba? - las observo de manera poco expresiva.
-Bueno Sharon - toma la palabra Maddy -, no es algo que esté confirmado pero tenemos fuertes sospechas.
-Solo trata de conocerlo un poco más antes de ilusionarte amiga - cerró Lexie.
No estaba en mis planes tener un novio tan pronto, era obvio que quería conocer mucho más que buscar una relación con alguien, pero debo admitir que Nick me dejó totalmente atraída y que pensar qué sería imposible que se fijara en mí fue algo decepcionante, en fin como dije, no solo venía a buscar el amor tenía muchas más cosas importantes por hacer.
Inscribirme a la Universidad era una de mis mayores motivaciones, sería por lo cual en los próximos días estaría ocupando mi tiempo, algunas propuestas de universidades me acompañaban solo era cuestión de elegir la indicada.
Caminando por el centro comercial para comprar algunas cosas para la universidad, me doy cuenta que es más grande de lo que me pareció al inicio, pues el recidencial y el centro comercial se conectaban además de conectarse a una zona de departamentos exclusivos, recorrer el lugar es como entrar a una mini ciudad.
-Hola extraña - escucho detrás de mí.
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Oh sorpresa, el mismo chico que me habría ayudado con las maletas se encontraba parado frente a mí sonriendo de oreja a oreja.
-Hola - le contesto amable, mirando en todas las direcciones.
<< No quería que llegara Lexie gritando y armando un escándalo como la última vez, ya estaba muy apenada por el primero encuentro >>
-Supongo que está vez ya es diferente, digo, después de las pláticas con tus amigas debes estarme odiando - Suelta una risa entretenida.
-Algo me contaron - lo miro fugazmente -, pero no soy del tipo que juzga sin antes conocer, ni siquiera por algo que terceras personas digan.
-Vaya - abre los ojos con sorpresa - pues felicidades, eres la excepción - sonríe.
-Quería darte las gracias por haberme ayudado, ese día no entendi bien qué pasó, pero me sentí terrible por no despedirme.
-No agradezcas, mi ayuda fue sincera, pero cuentame ¿Como te estás sintiendo por acá?
-Bien, aún adaptándome - le sonrío.
-Te irá bien, ya verás - sonríe- en fin, te dejo que tengo un ensayo - muestra brevemente el estuche de guitarra que carga en su hombro.
-Claro, adelante y gracias una vez más - cedí el paso.
Avanza unos metros y se gira nuevamente volviendo hacía mí.
-Casi lo olvido, cuando quieras eres bienvenida a verme ensayar con mi banda, no lo olvides -me guiña un ojo.
Realmente no me parece un mal tipo, era nuestro segundo encuentro y...
<< Olvidé presentarme nuevamente >>
Pero que distracción la mía, me odio, supongo que en nuestro tercer encuentro será.
Al contarle a mis amigas mi punto de vista sobre Joseph casi se les sale el corazón, parecía como si les estuviera hablando del mismo Hitler pues todo lo que me decían era malo y advertencias sobre no acercarme más a él, pero realmente no me ha echo nada como para no hablarle, al contrario ah sido muy amable, sí lo ignoro la cretina sería yo.
