Aquella noche de invierno

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Mis manos estaban frías, el aire era denso y mi cabello suelto se movía con el viento...

"Aquella noche, te conocí"

- HARUYA TANAKA

Desde la llegada del invierno, ya nada es como antes, los recuerdos se quedan plasmados, las palabras que se fueron con el viento, resuenan en mi memoria, cada vez que escucho tu voz.

El día en que nuestras miradas se cruzaron por primera vez, el suave aroma otoñal de aquella estación de tren, inunda mis pensamientos cada noche de invierno. ¿Que es este recuerdo que no me permite seguirte? Quiero alcanzarte pero el aire se me agota, el tiempo pasa, mis manos se sienten frías y mi cabello se mueve con el viento... ¿Que debo hacer?

Tus manos tan suaves como la seda, me envuelven en un cálido abrazo, mi corazón arde, el frio desapareció, tus palabras dulces como la miel, recorren mi cuerpo desnudo, sumergido en la exuberancia y el placer, tan delicado como un pétalo de rosa, tan poderoso como el mar, mi mirada se queda perdida y mi alma entregada a ti se regocija, aquella noche llega de dulzura y pasión, se transforma en una marca eterna. Recuerdos van y vienen, ya nada es como antes.

Tengo tantas ansias de volver a encontrar tu mirada, sin embargo, el miedo sigue inundando mi ser, la promesa eterna queda plasmada en mi corazón y alma, tu suave reflejo se hace visible en mi balcón, tus labios tan finos y llenos de gracia, en la estación me besan una y otra vez, tu cariño se queda conmigo cuando cierro los ojos, al despertar, veo tu figura a mi lado, y me pregunto ¿por que no puedo seguirte? porque tengo tanto miedo de estar a tu lado. Mis latidos son fuertes y constantes, tu voz resuena en mi cabeza, como si de un CD se tratase, tu mirada llega a mi como una flecha, ¿Todo fue una coincidencia? tu compañía es mi único refugio, mis ganas de amarte se intensifican, aquella promesa sera eterna, hasta que nuestras miradas se vuelvan a cruzar.

Finalmente mi alma descansa junto a tus recuerdos, junto a tu ser, ambos seremos uno, y ya nada sera como antes. La fría mañana de invierno me levanta y mis ojos se posan en aquella ventana que siempre observas antes de tomar tu café, repito tus pasos y siempre observo tus movimientos, los días se vuelven igual, las noches son eternas, interminables ¿cuando estaré a tu lado? sueño días y noches con aquel pensamiento que no abandona mi mente. ¿Este es mi fin?

Pronto terminara el invierno... y yo sigo aquí, siempre me cuestionare porque te fuiste, el sentimiento de rencor y miedo llega a mi en el peor momento, mi corazón se acelera y mi pulso aumenta, desde aquella cálida tarde de otoño, frecuento este lugar, paseamos toda la noche hasta llegar al mismo lugar en donde nuestras solitarias almas se toparon, tu perfume es el mismo de siempre, tus manos, ahora frías, siguen teniendo aquella suavidad de siempre, tus ojos apagados, me miran con una profunda tristeza, mi corazón llora por ti, esperando tu regreso.

Todo desapareció, todo dejo de existir, acaso esto es a lo que llaman... ¿Morir por amor? hay muchas cosas que no entiendo de ti, y quisiera comprender. Nuestras almas estarán juntas por la eternidad, sigo con aquel sentimiento que me atormenta días y noches, el aroma del café por la mañana y la compañía de Sato es lo único que tengo de ti, el único recuerdo que queda, el fruto de nuestro amor eterno, nuestra promesa divina, es lo que mas rescato de nuestra joven historia. tu mirada tan frágil y sutil como las rosas, ya no se que hacer, estoy perdido, quiero seguirte, estar entre tus brazos y escuchar tu dulce voz, diciéndome que no tema, que solo es una pesadilla, sin embargo, tu voz solo sera un recuerdo en mi cabeza, y solo seré yo frente mi difunto amante, recordando lo que alguna vez fue... aquella noche de invierno.

AQUELLA NOCHE DE INVIERNO (parte 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora