Pétalos de desamor - BakuDeku

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Pétalos.

Había pétalos en el lavamanos.

Levantó la mirada hacia el espejo y vio un pequeño rastro de sangre en sus labios. Su respiración se aceleró con miedo recorriendo sus venas. Sus ojos se llenaron de lágrimas, por el dolor y por la causa de todo aquello.

Se mojó la mano y retiró la sangre apresuradamente, después volvió a mirar los pétalos, ahora húmedos, y los agarró.

Los contempló, eran de un color rosado precioso y brillante, con leves tonos morados y amarillos.

Tragó saliva y pensó en lo peor. Conocía poca gente que padeciera de ello, la mayoría eran historias inventadas. Ni siquiera sabía que le podía llegar a pasar.

Salió del lavabo y dejó los pétalos sobre la mesa de su escritorio. Pensó varios minutos quien era el causante de aquello.

Solo le vino una persona a su mente.

Kacchan.

Soltó un sollozo y otra lágrima resvaló por su mejilla.

Siempre había sentido admiración por él y después de entrar a la UA y verlo cambiar, se dio cuenta de que ahora era amor.

Limpió las gotitas saladas de su rostro con el dorso de la mano.

Sabía que nunca sería correspondido, Kacchan nunca sentiría amor por Izuku, eso lo tenía asumido pero... ¿para llegar a ese punto?

"Ey Izuku, te llamo en 5 minutos"

Rody había sido su mayor apoyo en todo des de que volvió de la misión en su país, des de que se conocieron.

Rody sabía de los avances y mejoras de Izuku, e Izuku sabía de los logros de Rody. Al igual que las cosas buenas, también compartían las malas.

Poco a poco, Izuku desarrolló un especie de sentimiento hacia él, parecido a lo que sentía con Katsuki, pero a la vez incomparable.

Dejó pasar aquello bajo la excusa de que era un muy buen amigo, pero incluso su mejor amiga Ochako sabía que era algo más que eso.

"Lo siento Rody, no me siento muy bien hoy"

Des de primera hora de la mañana se había sentido con náuseas y dolor en el pecho. Ahora sabía el porque, y no le gustaba para nada.

Dejó caer el teléfono sobre su cama, rebotó un par de veces y volvió a botar cuando se lanzó al colchón hundiendo su rostro en la almohada, mojando las sábanas al paso de los minutos sollozando silenciosamente.

-¡Oi Deku! -su pecho se contrajo -¿Que mierdas pasa que no vas a cenar? La cara redonda está poniéndome de los nervios -cerró los ojos deseando que la voz que escuchaba solo era producto de su imaginación, hasta que oyó los fuertes golpes a la puerta, y si eso lo estaba imaginando, era muy realista.

Se levantó lentamente, agarrando un pañuelo de su mesilla y limpiando su rostro con él.

Abrió la puerta encontrándose con el ceño fruncido de Katsuki.

-Lo siento Kacchan... No tengo hambre -hizo el ademán de cerrar la puerta, pero algo se lo impidió.

-¿Que es eso? -al principió lo miró confuso, después giró la mirada hacia donde estaba viendo Katsuki y al darse cuenta, abrió los ojos con miedo y lo empujó para seguidamente cerrar la puerta, prácticamente, en su cara.