VI - Muñeca.

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En el capitulo anterior:

—Habla rápido Christopher, ya me basta haber tenido que desvelarme por esperarlos — en ningún momento los miro a ellos, solo observaba sus uñas y la empuñadora en forma de serpiente que tenía su varita — Si el muchacho no está muerto espero que al menos lo hayan mutilado.

—El magizoologo está sano y salvo, su hijo sin embargo resultó gravemente herido debido a los rasguños hechos por Chan — reporto Seungmin — No tenemos certeza que su hijo vaya a vivir, señora Irene... 


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Kim Seungmin no se caracterizaba por expresar ningún otro sentimiento más que desprecio, bastaba decir que la mayoría de las personas pensaba que jamás en su vida había sonreído, pero entonces allí estaba, temblando de pies a cabeza cuando aquella mujer se levantó de su asiento varita en mano y conjuro hacia ellos.

— "Crucio" — el cuerpo de ambos se retorcía, era como estar siendo electrificado, mutilado y desgarrado. Sus gritos podían escucharse por toda la mansión, la mujer se detuvo un momento de su tortura — Mas les vale par de imbéciles, que mi hijo sobreviva y que ese insignificante magizoologo este muerto de aquí a que termine la semana — los miraba tirados en el suelo con algunas lágrimas de dolor en los ojos, aquellos chicos no eran mucho mayores que su propio hijo, de hecho el castaño era menor y la verdad poco le importaba que incluso fueran unos bebés, su palabra debía ser obedecida o habrían consecuencias — Ahora... si creen que el castigo ha terminado entonces creen muy mal. — sonrió cuan tenebrosa era — ¡Suho! — Llamo a su fiel sirviente quien apareció casi en el momento en que su nombre fue pronunciado — Llévalos al calabozo.

— ¿Cuándo tiempo deben estar allí? — su semblante pacifico en espera de ordenes lo asemejaba bastante a un robot muggle.

—Probemos con tres días, luego de lo que les hare no creo que tengan ganas de volver a fallar — Seungmin y Chan temieron por sus vidas y su integridad física, habían escuchado muchos rumores sobre la crueldad de la que era capaz Hwang Irene, jamás pensaron que los rumores se quedarían cortos.

—Señora, hemos estado teniendo problemas con la niña... esta algo intranquila — menciono su sirviente luego de lanzar como basura a los dos jóvenes al calabozo esperando para que su ama se entretuviera torturándolos — Hemos intentado contenerla pero dice que quiere hablar con usted.

—Subiré a su habitación, no nos conviene que su humor se vuelva voluble justo ahora. Llama a Changbin y dile que averigüe que sucede con mi hijo — el hombre se marchó rápidamente a contactar al pelinegro. Bien les venía que el tipo estuviera metido en todo este mundo del Quidditch y pudiera pasar desapercibido si hacían algunas preguntas.

La mayor pretendía seguir con su castigo hacia Seungmin y Chan, era claro que debían aprender la lección de ser eficientes y obedientes, pero antes de eso tenía otro asunto importante que atender, subía la gran escalera de madera fina pero rechinante que ocupaba toda la entrada principal hasta un largo pasillo, al final de este se encontraba una única habitación cuya puerta era blanca, desentonando terriblemente con el ambiente lúgubre de la mansión.

Teatro de Sombras. - Hyunlix.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora