Capitulo 14.

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El rey demonio, no recibió mejor aviso que el aumento de productividad en el palacio considerablemente, después de los ligeros cambios. Estaba por terminar la estación de otoño, a lo que las criaturas que pertenecían en la fragua, fueron ordenadas para que trabajaran en la granja y en el palacio del clan Min.

En el castillo real, la reina Min escogió junto su hija, las criaturas de luz que se quedarían a servir a la familia en trabajos, que los demonios no quieren tomar, como siempre llegando en las sombras de su majestad.

Era un día cualquiera en el castillo, en la sala principal donde se resguardaba el joven, de pies descalzos en un rincón de la elegante habitación. A su alrededor estaban varios libros, mismos que la princesa le recomendó que leyera para que entendiera el lenguaje de runas que utilizan los demonios.

Si Park Jimin se iba a quedar el resto de su inmortalidad en la morada del demonio, tenia que educarse y conocer el otro lado de la moneda. En su camino en la parte baja del castillo, era vigilado en las sombras del demonio.

− ¿Ya acabaste? −Pregunta el demonio.

Interrumpiendo su lectura de días festivos de demonio, quería buscar lo que significaba la danza de cuerpos desnudos, también algunas palabras que desconoce en su lenguaje de luz, dejando una pequeña hoja de separados, que se filtraron del balcón, cierra cada libro rápidamente para atender el rey.

Era quien siempre lo vigilaba cada vez que iba a la sala principal, algunos días estaban callados hasta llegar a pedir su canto o incluso podían pasar toda la tarde sin decir nada.

Sin que el menor lo note, Yoongi se acerca para inclinarse a tomar los pergaminos, en escritura de extraña caligrafía apilas las hojas de papel y en eso recuerda los deseos del chico.

Primero deseo que cuando acabaran de construir el castillo, las criaturas de luz hayan sido de nuevo llevadas a su clan. Segundo e imposible, recibir maltratos de Kim Kai y algún otro ser oscuro. Tercero y menos importante, libros, pergaminos, pluma y tinta.

− ¿Desea que cante ahora para usted, majestad?

Nervioso Jimin sentía como siempre la mirada lúgubre del demonio, aquel que yace del trono le dirige su completa atención, al chico que recibió una nevada de hojas verdes y pétalos rosas como el cielo de la tarde.

Tal vez el rey ha pasado horas viendo, cada mueca del menor al tratar de entender las palabras prohibidas y en como sus pequeñas manos, se ponen escribir en los pergaminos. Yoongi disfrutaba de la diferencia de una criatura de luz.

Suponía que eso llamo la atención del menor desde un principio.

−Te escucho...

Jimin en brisa del otoño, detiene su lectura, se mueve poniéndose de pie de su lugar, para así proceder a cantar hasta llegar a ver el mapa de cuero, señalar en estatuillas el siguiente ataque del rey, iba de nuevo en los océanos, en la fuente de las sirenas y clan de los herreros.

Jimin conocía el lugar, su padre y madre lo había llevado con sus hermanos, ha conoces el lugar sereno.

−Me alistare ha otra guerra contra clanes marinos. −Confiesa notando los ojos oceánicos en su extensión de dominios− Me iré pronto, ahora mis tropas se están alistándose.

El menor se acerca hasta terminar de rodillas frente al rey, estando el mapa también enfrente de la divinidad. Sus manos van hacia las estatuillas, dando con la misma ubicación que muy bien conoce.

−La fuente de sirenas es un lugar inofensivo, no resistirán una guerra contra usted. −Manifiesta Jimin con lastima− Las sirenas, tritones y criaturas marinas, su arma es el canto para aliviar las olas del mar y para los nobles herreros su amor hacia las gemas y metales. ¿Contra eso quiere pelear?

Salvaje Divinidad. [🎶] Yoomin. ¡TERMINADA!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora