Canario Dorado (Namjin)

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Con una taza de café en mano Seokjin camina directamente a su escultura, repasa cada detalle con especial atención. Jimin tiene razón, es el mejor trabajo que ha hecho hasta ahora, sin embargo dicho trabajo no debe ver la luz del día.

Si bien los rostros de la escultura no se pueden distinguir con exactitud, presiente que de alguna manera una personas si sabría de quienes se tratan, algo que no puede permitir, es ser descubierto en su pequeño y sucio secreto. No está seguro de si Kim Namjoon lo vio en ese closet pero eso es algo que no quiere averiguar, definitivamente va a olvidar esa noche y ese momento, si piensa que no pasó en algún momento va a olvidarlo.

Entonces coloca una manta y toma un martillo con toda la intención de hacer pedazos la escultura, no obstante cuando va a dar el primer golpe es detenido por Taehyung, su representante, que toma su mano alarmado.

-¿Pero qué estás haciendo?-pregunta Taehyung colocando su cuerpo delante de la escultura interponiéndose entre Seokjin y esa obra de arte.

-No me gustó, entonces quiero terminar con su vida-contesta Seokjin con una sonrisa.

-¿Y dónde está Jimin que no te está vigilando para que no hagas esta clase de homicidios?

-Aquí estoy-contestó Jimin entrando al estudio de Seokjin con un cupcake en la mano-¿qué homicidio tengo que impedir?

-El que iba a cometer Seokjin con la mejor escultura que ha hecho hasta hoy.

-¿Ibas a destruir lo que hiciste en estos días?-cuestionó Jimin lleno de asombro.

Seokjin había estado demasiado concentrado realizando esa escultura y pasó días casi sin comer y dormir para terminarla y ahora simplemente la iba a hacer añicos con un martillo, como dijo Taehyung estaba a punto de cometer un homicidio.

-Creo que falta algo y no me agrada del todo-contesta Seokjin bajando la mirada y caminando a la salida.

Para ser honesto consigo mismo era el mejor trabajo que había realizado hasta ese día. La pasión, el deseo y cada parte de las figuras eran tan bellas que cualquiera podía perderse en sus formas. Era una verdadera pena hacerla pedazos con sus propias manos, por lo que tomó la decisión de dejarla guardada en su garaje en un rincón olvidado.

-Yo pienso que es muy hermosa, demasiado preciosa para que la destruyas-opinó Jimin dando un mordisco al cupcake.

-Yo pienso que sería un desperdicio de dinero, se vendería por un muy alto valor, ¿Cuánto ganaríamos si la colocamos en una subasta?

De esa manera es Kim Taehyung, un alfa que piensa en dinero y más dinero, no tiene cabeza para nada más. Cada movimiento que realiza tanto en su vida personal como profesional es cuidadosamente calculado, de esa manera puede obtener beneficios de cualquier forma.

-No venderás esto Taehyung-advirtió Seokjin muy convencido y con un tono de voz tajante. Esta escultura jamás debe ver la luz del sol, jamás.

Sin embargo, las cosas no resultan como uno las quiere.

Durante los siguientes dos meses Seokjin se encerró en su estudio por completo, trabajó día y noche. Comía gracias a Jimin quien lo sacaba de su estudio de vez en cuando y los otros días Taehyung se encargaba de esos asuntos y cuando definitivamente ninguno podía hacerlo, la asistente de Taehyung, una beta llamada Eunha era la encargada de que Seokjin no muriera de hambre o inanición.

Seokjin perdió mucho tiempo durante meses tratando de encontrar inspiración y un tema para su exposición, sin embargo ahora que un sentimiento indomable de frustración combinada con deseo, el cual no sabe de dónde salió o eso era lo que estaba tratando de autoconvencerse, salió flote, no iba a desperdiciar ese momento, por lo cual se encerró a hacer varias esculturas.