ENCHANTED

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"Por favor no te enamores de alguien más, por favor no tengas a alguien esperándote"

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La primera vez que Taehyung miró a Hoseok fue en el trabajo a medio tiempo que había tomado para costear sus estudios de artes escénicas. El chico era todo lo que estaba bien ante sus ojos, era simplemente perfecto y nadie podría darle la contra, y por supuesto que nadie podría hacerlo pues Taehyung apenas tenía diecinueve años, había salido de la preparatoria hace unos meses atrás y lo poco que conocía del amor lo sabía solo por libros o las relaciones de su hermana mayor o las amigas de esta. Él jamás había creído que iba a quedar flechado en unos cortos cinco segundos y peor aún, con tan solo ver los ojos profundos de aquel hombre. Sí, hombre, porque a diferencia de él, que tan solo tenía diecinueve años, Hoseok ya contaba con sus reciente veinticinco años.

El aún inmaduro joven, ante los ojos de la sociedad y su familia en general, había decidido trabajar por su propia decisión, sin imaginar que realmente sus cortas cuatro horas en aquella tienda departamental serían las más felices de su día o incluso su vida, pues buscaba cualquier excusa para estar cerca de Hoseok, para conocerlo y sobre todo, evitar que alguien más se le acerque, pues Taehyung ya había decidido que él estaría a como dé lugar con aquel hombre. Realmente lo quería, realmente sentía que al verlo directamente a los ojos todo en su vida podría estar solucionado.

Taehyung era muy ingenuo.

La vida no era como lo pintaban los libros, jamás creyó que una despedida doliera tanto como la de ese día, jamás creyó tener que llorar rogando que él no conociera a nadie más, que de quedará a su lado. Taehyung apenas tenía veintidós años cuando la relación en la que tanto trabajó y la cual le costó mucho forjar se iba al vacío... Él jamás creyó que Hoseok de iría de su lado, que tendría que vivir de esa forma a tan corta edad y que el chico que alegraba sus días ahora mismo estaba a punto de salir de su vida como si nunca hubiera estado dentro de ella.

- Sé que no es fácil, Tae... - susurró Naeun, mientras acariciaba los cabellos rubios de su hermano, quién hasta ese momento se mantenía sumido en un llanto silencioso y con la mirada perdida en algún punto de su habitación.

Taehyung había invertido tres años de su juventud, de su vida, en aquella relación, había trabajado tanto por ellos, por ambos, había entregado mucho y todo para que tan solo un día un Hoseok de ya casi veintiocho años le diga que tenían que darse un adiós definitivo porque la relación no iba a ningún lado. El ahora pelirubio sentía las lágrimas resbalar por sus mejillas, su vista cristalizada por las lágrimas y las caricias de su hermana en su cabeza, lo cual solo le hacía distraerse un poco de la realidad y envolverse en una fantasía en la cual seguía al lado del hombre que amaba.

- Las despedidas son difíciles, Taehyung, pero son parte de la vida. - volvió a intervenir su hermana, creyendo que quizás podría amortiguar el golpe que la vida le estaba dando a su hermano menor.

Por otro lado, Taehyung solo seguía en su mundo, sonriendo de vez en cuando al recordar todos los cumpleaños que pasó al lado de Hoseok, los viajes que hicieron y todas las fotos que se tomaron en el departamento del mayor o en el cuarto en el que ahora se encontraba. Recordaba cada mínimo momento e incluso miraba las paredes de su habitación, percatándose de que incluso esa habitación gritaba a Hoseok por donde lo vieras, pues ahí pasaban la mayor parte del tiempo cuando los padres de Taehyung decidían castigarlo por salir sin permiso alguno o alguna otra "tontería" que se les ocurría.

ENCHANTED ❀ HopeVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora