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María abrió sus ojos con pesadez encontrando a su esposo sentado en la cama leyendo un libro, sonrió enamorada envolviendo su desnudes con las sábanas.

— Hey.

Nanami alzó la vista ante su voz, y dejo de lado el libro para posar su completa atención en ella.

— Hey, ¿te desperté?

— No, solo quería decirte algo antes de dormirme y que se me olvide.

— ¿Que es?

— Mañana tengo una misión con los estudiantes de Gojo, seré su acompañante.

— Pero mañana es mi día de descanso.- arrugó la nariz ante la idea de tener horas extras, María sonrió somnolienta.

— Por eso iré yo sola con ellos. Será algo rápido.

— ¿Estás segura?

— Lo estoy.- Sonrió queriendo tranquilizarlo.— Solo es una investigación.

— A qué hora te irás?

— A la siete.- Cerro sus ojos cansada.

— En ese caso, durmamos.- Apagó su lámpara y dejo su libro en el buró para después, acurrucarse al lado de su mujer.— ¿Bonita?

— ¿Si?

— Solo ten cuidado, ¿de acuerdo?

— ¿Cuando no lo he tenido?- cerro su ojos cuando el él comenzó a dejar pequeños besitos en su rostro, ella soltó una risita.— ¿Que tienes?

— Te doy una justa despedida.- Mascullo colocándose sobre ella, se estiró para apagar la luz y acurrucarse sobre su pecho.

— Si Satouru te viera.- En venganza Nanami mordió su pecho izquierdo, ella dio un sobresalto y golpeó su cabeza.— ¡Oye!

— No menciones a Satouru mientras estamos en la cama.

— No es como si fuera aparecer mágicamente...- Nanami alzó una ceja, María cerro la boca.— Tienes razón, me callo.

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Cuando María despertó la mañana siguiente y bajo para desayunar se encontró a su esposo cocinando tranquilamente.

— Buenos días.- susurro ella, Nanami volteo. Su cabello estaba despeinado, y tenía sus ojos un somnolientos.— ¿Que haces despierto?

El se acercó para besar su frente y dejar un plato de hot cakes en la mesa.

— No dejaré que salgas por esa puerta sin desayunar.- le apuntó con el dedo para después ir por la cafetera y servirse en una taza que luego le tendió.

— Siempre desayuno.

— Un café no es desayuno, bonita.

Ella hizo una mueca dando un sorbo, ocultando su rostro de reproche. Se sentó para comenzar a desayunar, su esposo se sentó a su lado, viendo su teléfono, pero comenzó a cabecear de sueño.

— Oye, amor.- El parpadeó.— vuelve a la cama.

— Lo haré cuando te vayas.- Frotó su rostro somnoliento, María sonrió enternecida y se levantó.

— Anda, estaré bien.- tomó su mano obligándolo a levantarse, le abrazo con fuerza y dejo un beso en su pecho.— Eres realmente adorable.

— Lose.- Sonrió inclinándose para besar sus labios.— Avísame cuando salgas, ¿de acuerdo?

— De acuerdo.- Beso su boca una vez más y le soltó, Nanami camino hacia su habitación, no sin antes de recibir una palmada en su trasero por parte de María que le sonrió inocente.

IN ANOTHER LIFEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora