capítulo 5

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Brooke se lo quedaba mirando con ojos agrandados por el shock, y a diferencia que en su momento Abby, ella ya había reaccionado en saber donde estaba y obviamente, de quien o que era él.
Se levantó de un brinco aunque algo aturdida y con una mano elevada señalándolo con el dedo índice, le habló;

— No te acerques a mi.

Le ordenaba mientras daba unos pasos hacia atrás para alejarse de él.
Assaro sonrió con diversión mientras la imitaba y se levantaba lentamente.

— No tienes escapatoria preciosa, este es mi territorio.

Daba un paso hacia ella que para otros, habrían sido como tres.

— Te he dicho que no te acerques.

Repetía sin dejar de mirarlo y daba otro paso atrás.

— Y yo te he dicho, que eso no es posible Brooke. ¿ Qué estabas haciendo allí a fuera? ¿ ah? ¿ Desde cuándo una bruja de luz, hace hechizos de magia oscura.

Brooke quedaba totalmente perpleja ante sus palabras.
¿ Cómo sabía eso?

— No des un paso más.

— ¿ O qué? — Daba otro paso. — ¿ Me lanzarás un conjuro sanador?

Se burlaba de ella menospreciandola mientras daba otro paso.

— Dixi vobis, Non accedetis ad me, ¡adhuc!
( te he dicho que no te acerques a mi, ¡ quieto! )

Repetía de nuevo ahora con más autoridad mientras lo frenaba con la mano, haciendo que retrocedieron un paso y se quedara en el lugar totalmente estático, mirándola fijamente, curioso por sus habilidades, intrigado por esa mestiza que ahora podía oler con total libertad.

En cambio, Brooke se sentía aun así, debilitada, no dudó y salió del cuarto de baño corriendo pero a la vez, notando las piernas que no le respondían.
Era evidentemente como estar en ese típico sueño en el que no puedes ejercer tu voluntad, como cuando corres pero no avanzas.
Aún así, ponía todo su empeño para llegar al comedor, ni siquiera estaba corriendo realmente, caminaba por el pasillo que aunque era pequeño, se estaba volviendo eterno.
Todo eso, ante el asombro y diversión de Assaro, que empezó a dar sus pasos con lentitud, observándola a ella intentando llegar al comedor.

— No te va a servir de nada huir, esto no lo conoces como yo. Aquí, yo soy el mago.

Lo escuchaba tras de sí, pero seguía avanzando hasta que por fin llegaba y rápidamente miraba a su alrededor, fue directa hacia donde estaba el círculo, lo quitaba con el pie como podía mientras iba dándole patadas a las velas que se volcaban hacia los lados.

Cogía el trozo de tiza que le quedaba y empezaba a hacer otro círculo cerrándose a si misma en el, viéndolo asomar la cabeza por el umbral, como niño malo que acababa de hacer una travesura.

Ahora se buscaba el colgante que no estaba en su cuello;
¡¿ Dónde coño estaba ?!

— Ohhh, parece que no llevas tus amuletos. — Le decía mientras entraba en el comedor despacio, como un león acecha a su presa. — Parece que hoy no es tu día.

Intentaba pensar rápidamente, pero por alguna extraña razón, parecía imposible, no podía dominar nada de si misma, estaba paralizada, aterrada, sin saber que hacer exactamente, pero entonces, le vino una iluminación mental.
Estaba claro, era un íncubo, la pregunta era si era el de Abby.
Una cosa si que tenía más que claro y era que a diferencia de su amiga, ella optaba con más recursos, solo debía saber encontrarlos bajo esa influencia de ese maldito demonio.

Se sentaba de rodillas dentro del círculo ante la mirada de Assaro que se echaba a reír por lo bajo al verla hacer esa acción y ver como intentaba relajarse y conectar con su propia mente.

ÍNCUBO 2 : La venganza de Brooke ( TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora