Toda persona tiene un punto de quiebre, estén consientes de ello o no. Un punto en el que son expuestos a tanto estrés que se doblan demasiado y se rompen...
"-No estoy loca..."
"-Todo lo hice por ti..."
"-Fue una prueba de amor..."
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𝔏𝔲𝔫𝔢𝔰 1 𝔡𝔢 𝔣𝔢𝔟𝔯𝔢𝔯𝔬
8:00 𝔞𝔪
𝔔𝔲𝔢𝔯𝔦𝔡𝔬 𝔡𝔦𝔞𝔯𝔦𝔬,
Me encuentro acurrucada, hecha un ovillo temblando de forma descontrolada mientras escribo, las letras cambian de color sin parar, de marrón, luego a celeste y después a azul una y otra vez.
Un dolor punzante en mi cabeza me está carcomiendo desde dentro, como si estuviera siendo apuñalada por clavos afilados. La resaca solo me hace sentir peor de lo que ya estoy, y mi corazón se sigue cayendo a pedazos.
Ayer... ayer... Me dejé llevar por mis deseos, por mis sentimientos ocultos durante tanto tiempo. Asta sigue inconsciente y no sé qué hacer. No sé cómo enfrentarlo después de lo que pasó... Mis lágrimas no paran de caer mientras manchan estas páginas.
Prácticamente ataqué su castidad... lo dejé inconsciente cuando despertó, ¿cómo pude hacer algo así? Fui egoísta y me dejé llevar por mis propios deseos, sin importar las consecuencias. Arruine las cosas ¡lo arruine todo! Quiero gritar, pero no quiero llamar la atención de nadie, en cualquier momento puede aparecer la tipa esa por la puerta.
¿Qué pensará de mí ahora? ¿Cómo podré mirarlo a los ojos y fingir que nada pasó? No quiero que me vea así, tan quebrada por dentro. Hoy tenemos que hacer una misión en el pueblo, pero no puedo dejar de llorar. No puedo hacerle frente a Asta, no después de lo que sucedió.
¡Pero es su culpa también! Es su culpa por ser tan atractivo, por hacerme sentir tan atraída hacia él. ¿Por qué me tiene tan enredada en sus encantos? ¿Por qué mi corazón no puede dejar de latir tan desenfrenadamente cada vez que estoy cerca de él?
Estoy hecha un caos por dentro. De la euforia y la pasión... al arrepentimiento y la culpa. No sé cómo manejar todo esto, cómo lidiar con lo que siento y lo que hice.
Espero poder encontrar una solución a todo esto, pero en este momento me siento perdida y desesperada. No sé cómo arreglar las cosas y devolverlas a cómo eran antes. He arruinado nuestra amistad, y no puedo soportar la idea de perderlo. ¡TODO POR UN MALDITO TRAGO DE ALCOHOL!
Querido diario, necesito encontrar una manera de lidiar con mis sentimientos y de enfrentar a Asta. Pero por ahora, solo puedo dejar que mis lágrimas fluyan y desahoguen el dolor y la confusión que siento en mi interior. No puedo parar de temblar, mi corazón está hecho añicos.
Espero poder escribirte más tarde, cuando quizás encuentre una solución o al menos un poco de paz en mi mente atormentada.
