A pesar de que los días continuaban, MinHo seguía solo, había comenzado a trabajar desde casa, no se presentaría a la empresa, hasta que el escándalo de la idol fuera olvidado.
2 semanas habían transcurrido y nada cambiaba en su vida, por lo cual cada vez se sentía más devastado, e incluso comenzaba a extrañar al pequeño niño, a pesar de que no era escandaloso, le había gustado tenerlo en casa, en ocasiones visitaba la recamara de este y observaba el diseño de los dibujos pintados sobre la pared del menor, en otras ocasiones se quedaba largo tiempo en el baño, recordando aquel día de pasión con su marido.
Algunas amistades de Choi, le decían que se consiguiera a alguien más, debido a que el escándalo no parecía tener fin, la idol seguía añadiendo más y más cosas a su redes sociales, haciéndose la víctima y en otras feliz por su bebé. Pero a pesar de ello, no quería perder la fe.Por otro lado, SeolYeon se encontraba enojada, en la sala de espera de la clínica de maternidad, cruzada de brazos.
El motivo de su enojo, era que esa había sido la primera vez en su vida, en que su marido no le acompañaba a una cita con su obstetra.
Mientras esperaba, miraba a todas las madres ahí presentes, observando qué todas iban acompañadas y ella era la única sola, lo cual le enojaba más.La puerta del médico se había abierto, SeolYeon se puso de pie, pues ella era la siguiente, observando qué quien salía de la consulta no era nada más y nada menos que aquella chica rubia JaeLin.
La rubia le sonrió, haciendo una leve reverencia por pasar y continuó su paso.-Adelante, entre, por favor, señorita Jung SeolYeon.
La mencionaba asintió y se adentró.
-Disculpe, aquella chica que acaba de salir, acaso, ¿viene sola?
-¿A usted le gustaría que yo le dijera su situación materna a la siguiente persona que entre?
La chica negó, colocándose sobre aquella camilla, teniendo mayor curiosidad acerca de la rubia, observó qué el doctor cerraba el expediente de la idol, y lo colocaba dentro de un archivero.
El médico sin preguntar por el marido de la mujer comenzó con su revisión, informando en voz alta todo lo que observaba y analizaba en la embarazada.
-Bien, el bebé y usted están saludable, siga comiendo sanamente y...
-Doctor, ¿Qué pasa si tengo un antojo?.
-Bueno eso es normal en...-Interrumpió de inmediato la mujer.
-Quiero un helado de frutilla ahora mismo.
-Cuando termine mi consulta podrá ir a comerlo, por ahora le daré....-Volvía a interrumpir sin ningún remordimiento.
-Pero quiero uno ahora, ¿me puede regalar agua? Tal vez eso me ayude a olvidar el antojo.
-El garrafon de agua está en la sala de espera, saliendo de la consulta va.
-Pero tengo muchísima sed, por favor, ¿puede traerme agua?.-Veía que el hombre no reaccionaba, por lo cual comenzó a interpretar a la mujer embarazada con problemas hormonales y enojarse.-Yo estoy pagando para conocer de mi salud y la de mi bebé, pero el médico no quiere regalarnos agua, pondré una queja respecto a eso, es una injusticia.
El de uniforme soltó un suspiro y asintió, por lo cual se colocó de pie, dirigiéndose a recoger el agua qué pedía la mujer.
En el momento que se marchó, la chica rápidamente se dirigió a abrir el archivero y buscar el expediente de la chica, para su suerte lo había encontrado rápido, debido a que estaba ordenado en alfabético, lo tomó y antes de que llegara el médico, logró tomarle fotografías a cada hoja.Cuando el doctor hizo acto de presencia, la chica no alcanzó a volverlo a guardar, por lo que simplemente lo dejó sobre el escritorio.
-Su agua.-Mencionó de manera seria.
Continuaron con lo último que restaba de la consulta y la chica salió de aquel sitio.
Cuando se dirigió hacia su vehículo comenzó a observar las imágenes que había capturado, haciendo zoom en cada letra, para poder leer con detenimiento el caso de la idol.
-¡Oh por dios!.
Mencionó sorprendida, y comenzó a conducir, tomaría rumbo a la casa de MinHo, una de sus empleadas domésticas le informó a la mujer que aquella persona, se encontraba en su departamento anterior, por lo cual, la mujer se dirigió hacia este.
Tan rápido como pudo se dirigió al elevador, y de ahí trató de correr hacia el departamento de Choi.
Tocó varias veces la puerta, pero nadie respondía.
Tomó su teléfono móvil y comenzó a llamar al dueño de aquel departamento, fue ahí, cuando tuvo éxito.-¿SeolYeon? Creí que no volverías a hablarme, después de todo eres la mejor amiga de TaeMin y tu sabes que la situación no está bien.
-¡Cállate ya Choi! ¿En dónde estás? Tengo algo que enseñarte.
-Ah.... Yo, estoy en...
-Te oyes nervioso, ¡CHOI MINHO! ¿QUÉ HACES?
-¡PAPÁ!.-escuchó SeolYeon del otro lado de la línea del teléfono, qué alguien le gritaba a MinHo, reconoció la voz de SaeBom.
-¿Qué? ¿Acaso, TaeMin está contigo? Espera...-La chica observó la hora, era la hora de salida de la guardería del menor.-MinHo, ¿qué haces?
-Por dios SeolYeon, sabes que extraño a este par, y quería ver a SaeBom, así que vine a recogerlo a su escuela.
-TaeMin, ¿él lo sabe?.-MinHo hizo un silencio, qué significaba un claro "no".-Dios mío Choi MinHo, ¿estás secuestrando a SaeBom?
-No... Solo lo llevaré a mi casa, que es su casa.
-¡MINHO! ¡estás secuestrando al hijo de TaeMin!
-Hey, hey, tranquila, no te alteres o tu bebé se saldrá antes de tiempo.
-Me haces perder los estribos Choi MinHo, de acuerdo, le llamaré a TaeMin para decirle que tu tienes a su hijo.
-SeolYeon, no le digas por favor, quiero pasar un tiempo con el niño.
-Lo haré, conoces a TaeMin y si no lo encuentra, hará todo un escándalo llamándole a la policía, mejor le digo que SaeBom está contigo y así, él llegará solo hacia ti, así podrás hablar y... ¡DIOS MIO! ¡Había olvidado el motivo de esta llamada! MinHo, ven para el departamento, tengo algo que demostrarte.
Dicho aquello finalizaron la llamada, y tal como mencionó MinHo se dirigió a su departamento un poco confundido acerca de aquello tan importante que querían enseñarle.
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MinHo, Tengo Un Hijo...
FanfictionLa frustración que sentía Lee TaeMin de no tener dinero para el regalo de su novio Choi MinHo, provocando que este fuera a un banco de esperma para poder conseguir dinero y hacer feliz a su pareja. Sin embargo, ¿quién diría que eso sería una consec...