Lando Norris 🏎️🧡

2.3K 38 1
                                    

Shot at the night

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Shot at the night

Emma había llegado a Las Vegas meses atrás en busca de un sueño: ser una exitosa cantante.  ¿Por qué Las Vegas? Ni ella misma tenía esa respuesta, solo había resultado allí, tratando de cumplir sus sueños.
Sin embargo, no todo estaba resultando como ella quería, las oportunidades cada vez era más escasas y sus ahorros poco a poco se esfumaban. Todo se estaba tornando realmente difícil. Sin más remedio, y poniendo en pausa su búsqueda por oportunidades en el mundo de la música, Emma consiguió un trabajo en uno de los hoteles más lujosos de la ciudad. Tenía qué, ya no tenía ni un dólar en su cuenta de banco y llamar a sus padres jamás sería una opción, no eran los planes que ella tenía en mente pero ¿que más podría hacer? Antes que todo, tenía que comer, pagar la renta y pagar las cuentas.
Había asistido años atrás a una prestigiosa escuela de música en su natal Oberlin, en el estado de Ohio. La rubia fue tan ilusa de creer que tener un título de maestra en música le haría más sencillas las cosas, estaba muy equivocada. Los productores no tenían el más mínimo interés de escuchar sus canciones y su talento, y eso la frustraba de maneras increíbles.
Todos sus allegados allá en casa siempre le hicieron creer que era sumamente talentosa y que tenía un don que el mundo debía ver ¿acaso le mintieron? Porque nadie en la ciudad del pecado creía eso, nadie le daba la oportunidad, a pesar de todo el esfuerzo que ella había concentrado en hacerse notar.
El negocio de la música no era uno fácil, y ella estaba totalmente consiente de aquello, pero ¿era tan poco talentosa que nisiquiera le daban el beneficio de la duda? Era algo que no salía de su cabeza, y se estaba martirizando a sí misma solo por una estupida suposición que estaba haciendo.
Su día a día no era el que ella había imaginado al llegar a la ciudad. En el día trataba de descansar, pasar tiempo con su gatito Kiwi que al parecer era el único ser vivo que ella tenía en aquella enorme ciudad, y dedicarse a su música. En la noche, acudía a su trabajo como limpiadora en aquel maravilloso hotel, que a sus ojos, no era tan maravilloso. Estaba totalmente cansada de esa rutina, en efecto limpiar las habitaciones de gente estúpidamente millonaria nunca estuvo en sus planes, y es que el trabajo no es y jamás será deshonra, pero ella se visualizaba llenando estadios, y que esto no ocurriese, le partía el corazón. Estaba siendo muy ambiciosa ¿no es así?
Después de haber logrado dormir aproximadamente cinco horas, tomó su Fiat 500 color blanco, y se dirigió a su lugar de trabajo. Normalmente la joven vivía en piloto automático, solo conducía a su trabajo, hacía sus deberes, si lo lograba comía algo en mitad de la madrugada, volvía a casa, y así todos los días. Su mente siempre estaba en otro lugar, siempre se perdía en sus en sus pensamientos y normalmente no notaba nada de lo que pasaba a su alrededor, hasta esa noche.

Por ir en su constante distracción, sin querer casi arrolla a un chico, Emma sintió demasiada angustia en ese precioso instante, por un momento creyó que el joven se lanzaría a ella a insultarla, pero no fue así. Aquel joven solo la observó fijamente unos segundos y le sonrió con calidez, Emma no pudo evitar sonrojarse y sonreírle de vuelta, se sintió como una adolescente. El chico se quedó allí, en mitad de la calle, maravillado con la belleza de la mujer, observando cada detalle de su delicado rostro, grabándose sus facciones para nunca olvidar tal accidentado esporádico encuentro. ¡Por Dios! ¿Era posible enamorarse de alguien con solo haberlo visto a través de un vidrio? Era algo que ambos chicos se preguntaban ahora mismo. Eventualmente, el joven debió seguir con su camino, no podía quedarse por siempre en la mitad de la calle, además, el semáforo ya había cambiado a verde, y Emma, muy a su pesar, debía seguir con su camino.
Lando no podía creer lo que sus ojos acababan de presenciar. Era por lejos la chica más linda que había visto en su vida, pero ahora solo sería un recuerdo, y él solo se castigaba mentalmente por no haber tomado el riesgo de acercarse al auto de la chica y pedirle aunque fuera su número.

One shots | FIFA & FIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora