Capítulo 305

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Narra Mateo

Al final nuestra discusión de madrugada nos arrastró hasta el amanecer y son las casi las ocho cuando salgo de su casa, con una pequeña bolsa en las manos y aún disgustados. No ha sido capaz de dar el brazo a torcer y a mi me duele de sobremanera que ante cada discordia desconfíe de mí.

Me doy una ducha rápida en casa y vuelvo a salir. Pocos minutos después de abandonar el hogar de Malú he llamado a José, pidiéndole quedar y se me ha echado el tiempo encima.

+ Siento el retraso, ¿estas hace mucho?

Le tiendo la mano. Él se encuentra en una mesa con un café delante.

J: No.

Sé que aún no está conforme con la relación que tengo con Malú, pero no es para eso que le he llamado.

+ Gracias por venir.

Me siento en frente y con una seña pido al camarero lo mismo que él.

J: Lo hago por mi hermana, no por ti.

+ También me sirve.

Confirmo.

+ Y aunque no te he llamado para lijar asperezas entre nosotros, quisiera hacerlo.

Me gustaría volver a llevarme bien con José. Por mí, porque es un chaval majo y muy buena persona, pero especialmente por Malú. Es importante para ella.

J: Pues tú dirás.

+ Antes de que preguntes, no sabe que te he llamado y seguramente se moleste todavía más cuando se entere...

Advierto.

+ Hemos discutido.

Le pongo al tanto. No por querer hacerlo parte de nuestros problemas, sino porque debe saber que ella no está de acuerdo con lo que voy a hacer.

J: No querrás que te defienda...

Parece aún más molesto que antes y deseoso de encontrar una razón para partirme la cara.

+ No, lo normal en las parejas es discutir y solucionar las cosas de a dos.

J: ¿Qué es lo que quieres, Mateo?

+ No sé si sabes que viajo esta noche a Miami.

J: Sí, Malú me lo mencionó.

+ Necesito que la cuides, José.

Pido sin miramientos.

+ Sebastián no quiere que estemos juntos y por la madrugada había alguien espiando fuera de su casa.

Le informo.

+ Le he pedido a ella que se instale con Pepi, pero se niega a hacerlo.

Resumo.

+ O a pedirte a ti que te quedes con ella.

La conozco y le sentará fatal que José esté al corriente de todo. Confío en que su hermano hará lo que sea por protegerla y pensará que ambos estamos exagerando.

+ Al darse cuenta que había alguien, me comentó que hace unos días la siguieron en el parque, y aunque está asustada no quiere molestaros...

J: ¿Crees que Sebastián puede hacerla daño?

Su tono cambia de inmediato.

+ Ya no sé de que es capaz Sebastián, José.

Me lamento.

+ Estaba seguro que iba a ser yo el que se enfrentara a él estando en Miami.

Confieso.

+ Pero ya no tengo esa certeza, y sabes mejor que nadie lo cabezota que puede ser Malú.

Suspiro entristecido. Irme de viaje y que estemos disgustados es lo que menos me apetece, y puedo asegurar que mi reunión con su hermano sólo la hará enfadar más.

+ No quiero dejarla sola.

Confieso compungido.

+ Ni tampoco puedo postergar este viaje.

Algo dentro me dice que es lo que tendría que hacer, pero no puedo renunciar a un último intento de salvar a mi hermano y devolverle a Eva al padre que merece.

+ Sé que contigo no estoy en posición de pedir favores.

Reconozco.

+ Pero confío en que nadie cuidara de ella como tú.

Todos los secretos (Segunda parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora