Narra Mateo
Al final nuestra discusión de madrugada nos arrastró hasta el amanecer y son las casi las ocho cuando salgo de su casa, con una pequeña bolsa en las manos y aún disgustados. No ha sido capaz de dar el brazo a torcer y a mi me duele de sobremanera que ante cada discordia desconfíe de mí.
Me doy una ducha rápida en casa y vuelvo a salir. Pocos minutos después de abandonar el hogar de Malú he llamado a José, pidiéndole quedar y se me ha echado el tiempo encima.
+ Siento el retraso, ¿estas hace mucho?
Le tiendo la mano. Él se encuentra en una mesa con un café delante.
J: No.
Sé que aún no está conforme con la relación que tengo con Malú, pero no es para eso que le he llamado.
+ Gracias por venir.
Me siento en frente y con una seña pido al camarero lo mismo que él.
J: Lo hago por mi hermana, no por ti.
+ También me sirve.
Confirmo.
+ Y aunque no te he llamado para lijar asperezas entre nosotros, quisiera hacerlo.
Me gustaría volver a llevarme bien con José. Por mí, porque es un chaval majo y muy buena persona, pero especialmente por Malú. Es importante para ella.
J: Pues tú dirás.
+ Antes de que preguntes, no sabe que te he llamado y seguramente se moleste todavía más cuando se entere...
Advierto.
+ Hemos discutido.
Le pongo al tanto. No por querer hacerlo parte de nuestros problemas, sino porque debe saber que ella no está de acuerdo con lo que voy a hacer.
J: No querrás que te defienda...
Parece aún más molesto que antes y deseoso de encontrar una razón para partirme la cara.
+ No, lo normal en las parejas es discutir y solucionar las cosas de a dos.
J: ¿Qué es lo que quieres, Mateo?
+ No sé si sabes que viajo esta noche a Miami.
J: Sí, Malú me lo mencionó.
+ Necesito que la cuides, José.
Pido sin miramientos.
+ Sebastián no quiere que estemos juntos y por la madrugada había alguien espiando fuera de su casa.
Le informo.
+ Le he pedido a ella que se instale con Pepi, pero se niega a hacerlo.
Resumo.
+ O a pedirte a ti que te quedes con ella.
La conozco y le sentará fatal que José esté al corriente de todo. Confío en que su hermano hará lo que sea por protegerla y pensará que ambos estamos exagerando.
+ Al darse cuenta que había alguien, me comentó que hace unos días la siguieron en el parque, y aunque está asustada no quiere molestaros...
J: ¿Crees que Sebastián puede hacerla daño?
Su tono cambia de inmediato.
+ Ya no sé de que es capaz Sebastián, José.
Me lamento.
+ Estaba seguro que iba a ser yo el que se enfrentara a él estando en Miami.
Confieso.
+ Pero ya no tengo esa certeza, y sabes mejor que nadie lo cabezota que puede ser Malú.
Suspiro entristecido. Irme de viaje y que estemos disgustados es lo que menos me apetece, y puedo asegurar que mi reunión con su hermano sólo la hará enfadar más.
+ No quiero dejarla sola.
Confieso compungido.
+ Ni tampoco puedo postergar este viaje.
Algo dentro me dice que es lo que tendría que hacer, pero no puedo renunciar a un último intento de salvar a mi hermano y devolverle a Eva al padre que merece.
+ Sé que contigo no estoy en posición de pedir favores.
Reconozco.
+ Pero confío en que nadie cuidara de ella como tú.
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Todos los secretos (Segunda parte)
RomantikUna historia en la que TODOS tienen algo que ocultar