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El reloj de mi célular marcaba las cuatro de la tarde cuando al fin salía de la preparatoria y el sol estaba en toda su gloria cuando me dirigía a la parada de autobuses.

Como de costumbre, salté entre la gente en el intento de no chocar con nadie y esta vez mi torpeza no se interpuso y logré llegar a tiempo para montar en el bus hasta casa.

De seguro papá no había llegado aún, lo que significaba que debía preparar la cena y recoger todo el volcán que teníamos armado entre él y yo. No me quejo, tanto mejor pues tendría un rato a solas.

Mientras hacía el listado mental de las tareas por hacer , un whatsapp llegó a mi célular, sin siquiera mirar ya sabía de quién se trataba.

Odioso:
Saliste?

                                                Yo:
Si, estoy por llegar a casa


Odioso:
Hablamos al rato entonces

Si algo me gustaba de Jaded es que, al importarle una mierda todo, si yo no me ponía a hablarle, él no lo hacía.

Jodido, pero sí

Tampoco para tanto, si ya de por sí los "casi algo" joden, los virtuales son aún peor

Con ese pensamiento abrí la puerta de casa - por cierto seguía con el seguro roto, en cualquier momento o me mataban o se llevaban todo lo de dentro - , escuche unas patitas raspar el suelo y en unos pocos segundos ya lo tenía encima

— Yo también te he echado de menos , pesado — le hablé -como si pudiese entenderme, así de chiflada estoy - mientras me sentaba en el suelo con todo y uniforme y él se revolcaba todo encima de mi —Perro loco

Cuando logré pararme, solté la mochila en el sofá y observé la casa... Era un desastre en todo el sentido de la palabra , así que me cambié el uniforme y me puse manos a la obra.

Al rato de haber terminado observé que se acercaba mi padre por el caminito que llevaba a nuestra casa, así que apagué la música que tenía a todo volumen segundos antes y me encaminé a recibirlo

—¿Qué tal ha estado hoy? — le pregunté mientras él depositaba un beso en mi frente

—Cansado, ¿y tú? —preguntó mientras ponía un brazo en mi espalda e íbamos a la terraza

—Igual —dije mientras tomábamos asiento y alguien se daba cuenta que papá estaba en casa

—¿Cómo está el niño de papi? — le dijo mientras levantaba a Botín y lo acariciaba -otro loco más - hasta que por supuesto en su locura lo terminó lastimando en la barbilla y mi papá lo bajó de su regazo — ¿Han cenado?

—Él sí, yo he esperado — respondí mientras me levantaba llevando su bolsa de trabajo a su habitación y le traía un poco de agua

—Te he dicho que no tienes que esperar por mi, es muy tarde

—Igual no tengo mucha hambre, no te preocupes —dije en un intento porque dejara el tema, aunque no era menos cierto que mi apetito llevaba tiempo ausente

—Sin excusas señorita, iré a darme una ducha y comeremos los dos enseguida —así lo dijo y así lo hizo

Cenamos, vimos algunos programas y luego cada uno se fue a su propio cuarto.

Cuando al fin logré soltar el libro que estaba leyendo , el reloj marcaba las dos de la madrugada. Era todo un milagro que mi padre no hubiese venido a reñirme por seguir despierta. Puse el libro en la mesita de noche y cuando apagué la luz que ahí estaba, un mensaje me llegó

Odioso:
No me has escrito

Claro , quién más podría escribirme a las dos de la mañana.

En otro momento, quizá me habría disculpado, pero estaba con este ánimo raro en el que no me aguantaba ni yo, así que mi respuesta no fue precisamente agradable o sumisa.

Yo:
Podrias haberlo hecho

Odioso:
Pensé que la etapa de niña pequeña ya la habrías superado.

Yo:
No querer soportar tus desplantes no significa que sea una niña, Jaded

Odioso:
Vete a la mierda

Genial, lo que me faltaba. Está claro que no iba a seguir respondiendole.

Jaded es algo... raro, puede ser encantador con su "realismo" muchas veces, incluso da buenos consejos y tiene esta aura de chico misterioso pero hijo de puta al mismo tiempo que supongo que me gusta.

Tiene algo malo, a parte de todo eso -vamos que queda claro que es una red flag andante - sus bruscos cambios de humor están en un constante debate de ser atento conmigo a querer que sea su jodida sumisa .

Dejé mi celular a un lado para dormir, estaba muerta de cansancio, pero no , cierto señor no paraba de llenar mi célular de notificaciones .

Justo cuando iba a mandarlo a la mierda yo también, me quedé de piedra cuando vi que las notificaciones no eran suyas y que no era un whatsapp, sino mensajes directos

Desconocido :

Te veías tan perdida hoy

Me pregunto donde va tu mente cuando tu mirada va tan lejos de aquí , de todos nosotros

Me maravillaría averiguarlo, Megan, ¿cuándo me mirarás tú a mi ?

....

Mil Piezas De MiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora