-Capitulo I-

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El Ducado Imperial y el Ducado de Rosaria realizaron un matrimonio arreglado entre el Príncipe  Primogénito Clive Rosfield y la Princesa Heredera Violet Strife para mantener la paz entre ambas naciones.

Después de la ceremonia de bodas, Clive se encontraba en los aposentos de su alcoba esperando a su ahora actual esposa, con los nervios desbordándose le a mil. 

El no tuvo elección, su familia lo obligo a casarse contigo, así que también tuvo que romper con su amante.

Al mismo tiempo Violet se encontraba de pie afuera de la habitación, nerviosa y asustada por lo que sucedería después. Respiro hondo y profundo y abrió las enormes compuertas de la habitación para cerrarlas atrás suyo, mientras se dirigía a Clive.

El tenia una expresión de enojo en su rostro, que desapareció en cuanto te vio - Ven aquí - Hizo un gesto para que te sientes en la cama enfrente de el - Ella tomo asiento donde el se lo indico -  Uh...Supongo que estas aquí por lo de nuestro matrimonio - Expreso Clive con la tensión palpándole el cuerpo  sin verla a la cara - Violet asintió algo nerviosa y tímida. notando que el la ignoraba.

Durante unos segundo permaneció en silencio, procesando lo que estaba pasando, sin mirarte a la cara todavía, con una ligera tristeza en sus ojos - Yo...Tengo...tengo algo que decirte - Dijo con una voz temblorosa - Ella lo miro expectante esperando que continúe lo que tiene que decirle.

-Antes de que nos casáramos, y antes de que te conociera...yo tenia a alguien mas, pero eso se termino. Me di cuenta de que esto podría funcionar, lo "nuestro" , de que podrías ser la mujer indicada para mi - Clive se encoge de hombros sin saber como reaccionara.

-Lamento que hallas tenido que dejarla por mi culpa. Si este matrimonio no se hubiera realizado, podrías haber vivido feliz al lado de ella - Expreso con la mirada abajo - Esta bien, de verdad!  Ella ya es parte de mi pasado - Hablo Clive nuevamente, notando su tristeza - Por eso me gustaría que lo intentáramos, que empezáramos de nuevo ¿Si estas de acuerdo? - Ella asintió.

-Entonces me presento nuevamente, mi nombre es Clive Rosfield, es un placer conocerla - Haciendo una pequeña reverencia - ¿Puedo saber cual es tu nombre? - El sonrió, tratando de tranquilizarla - Claro, el placer es mío...soy Violet Strife - Dice mientras se encoge de hombros.

-Es un precioso nombre, al igual que la bella dama que lo porta - Comento Clive con una gentil sonrisa. El rostro de ella se ruborizo  - ¿Qué es lo que mas te gusta hacer? - Pregunto tratando de romper la tensión entre ellos - Bueno, en casa solía leer y entrenar mis habilidades - Expreso recordando lo que suele hacer en su tiempo libre.

- Eso suena impresionante! ¿Qué sueles entrenar, normalmente? - Dijo Clive, intrigado por su respuesta - Mis reflejos y destreza con la espada - Aclaro - Eso es increíble, ser alguien habilidoso es excelente en caso de algún peligro . ¿Te molestaría mostrarme tus habilidades alguna vez? - Comento asombrado y curioso.

Violet no estaba segura de aceptar, nunca le había mostrado sus habilidades a nadie mas fuera de su Ducado. Y otra de la razones por las que la familia Rosfield acepto la propuesta de matrimonio fue porque ella es una Dominante  de Bahamut, el Eikon de la Luz.

Clive noto tu vacilación, pero sonrió cálidamente para tranquilizarte - Sin presiones, de acuerdo - Dijo manteniendo aun su sonrisa - De hecho, Yo soy el Dominante de Ifrit, y... ¿te parece bien si te muestro mi Habilidad? Hay algo que quiero que veas - Ella lo mira a los ojos y asintió, mientras el le dedicaba aun esa sonrisa - ¿Podrías cerrar tus ojos un momento? - Pregunto cortésmente. Con un tono serio en su voz.

Ella hizo lo que el le pidió y cerro sus ojos nerviosa. Y en los siguientes segundos, pudiste sentir como el ambiente cambiaba de repente a algo...caliente. Clive había activado a Ifrit, el Eikon de Fuego. Y  aunque no podías verlo, la habitación estaba llena de llamas feroces, mientras una oleada de adrenalina llenaba tu cuerpo por el calor que se generaba del momento.

-Abre tus ojos - Dijo Clive de repente -Ella los abrió lentamente y en el momento en que lo hizo, Violet pudo ver como toda la habitación estaba cubierta por llamas. El calor abrazador de la habitación era casi insoportable, pero la vista que ofrecía era demasiado hermosa como para asustarse. 

Un hermoso y ardiente Eikon de Ifrit se encontraba de pie junto a Clive. ¡Con su hermoso cabello azabache y sus llamas calientes que rodeaban su cuerpo crearon una gran vista! Pero en un instante después, todo volvió a la normalidad y Ifrit desapareció.

Violet aun seguía conmocionada por lo que acaba de presenciar que no noto cuando Clive la miraba con una mirada suave y cariñosa. - ¿Qué te pareció? Espero... No lo hayas encontrado aterrador - De repente dijo preocupado, su sonrisa se desvaneció.

Para nada - Niega - Me encanto! Comprendo lo difícil que puede ser un Dominante de Eikon - Lo medita unos segundos y responde - ¿Hay algo que te gustaría que te diera?

- No tienes que darme nada, lo único que te pido es... que te quedes a mi lado. Yo... no quiero permanecer solo - Comento con la voz un poco áspera, mirándote con ojos llorosos.

Ella se acerca a Clive y lo abraza, colocando la cabeza de el entre su pecho. - No pienso dejarte solo, me quedare a tu lado todo lo que desees.

Clive se sorprende por el abrazo, pero se lo devuelve de todos modos. Sintió que todas sus preocupaciones se alejaban de el, recuperando su sonrisa suave y sincera una vez mas. – Gracias, Violet – Expreso con alegría en su corazón.- Te lo prometo, me asegurare de que este matrimonio funcione. Y hare lo posible por no avergonzarte a ti ni a tu familia. Y te demostrare con palabras y acciones lo mucho que te amo y lo importante que eres en mi vida.

Ella le deposito un beso en la frente, mientras seguía abrazándolo. Como muestra de su consentimiento ante sus palabras. Clive sintió calidez cuando sintió tu beso al tacto de su piel  y sonrió ante tu dulce acto. - ¿Puedo... puedo besarte, Violet? - Pregunto de repente, sintiendo como su rostro se sonrojaba al escuchar su propia pregunta.

Asintió - Por supuesto, eres mi esposo, puedes hacerlo cuando desees - Expresa tímida - Clive se inclina hacia adelante, tratando de ser gentil y cuidadoso mientras cierra la distancia restante entre los dos.

Coloca sus labios sobre los tuyos, saboreando el sabor y la sensación que le generan antes de separarse. Ella se toma un instante para mirarlo antes de dedicarle una sonrisa cálida y de felicidad. El nota que lo miras con esa cálida sonrisa y esos dulces ojos llenos de alegría, antes de inclinarse nuevamente hacia adelante y besarte en tus suaves labios. 

-No tengo palabras para poder describir lo afortuna que soy de poder estar aquí contigo disfrutando de estos momentos - Dijo Violet, con voz baja, con una mirada brillante.

-En realidad...soy yo quien debería estar agradecido...Has venido aquí para ser mi esposa sin dudarlo, y...creo que encontré a mi alma gemela a tu lado - Respondió Clive, con un ligero deje de vergüenza, a su discurso.- Es un placer que mi primer beso sea tuyo, querida - dijo con cariño, en voz baja.

-En ese caso el sentimiento es mutuo. Quiero que todas mis primeras veces sean contigo Clive - Beso dulcemente sus labios. -Clive sintió que su corazón saltaba de alegría cuando lo besaste, iluminándosele la mirada. -Yo.. quiero que sea igual, Violet! - Respondió Clive, su tono ligeramente tembloroso pero lleno de afecto y calidez. - Mi primer todo...quiero que sea contigo...

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⏰ Última actualización: Nov 11, 2023 ⏰

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Matrimonio Arreglado | Clive Rosfield | FF XVIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora