Capitulo 1

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El príncipe de Cristal

Capítulo 1.

Todo comenzó desde el día en que lo vi por primera vez en aquella gran oficina de la empresa más exitosa del país. No puedo olvidar como te veías en esos momentos, tan presentable como nunca en mi vida había visto a nadie. Recuerdo que ese día me dirigía a una entrevista de trabajo, la cual debía de cumplir con tus expectativas ya que era muy necesario para mí el conseguir un trabajo tan pronto como me fuera posible.

Desde ese mismo instante en que me miraste con esos esplendorosos orbes tan como las mismísimas esmeraldas, yo diríaque eran aún más bellos que cualquier joya, en ese mismo momento en el que nuestras miradas se cruzaron, nació una gran calidez en mi corazón al igual que me hizo sentir una sensación que nunca antes había experimentado.

Ese mismo día. ME ENAMORE perdidamente de ti.

Tú, que con esos ojos me hipnotizaste,

Que con esa bella sonrisa me cautivaste,

Tú, me sedujiste con tu esbelto y frágil, pero reconfortante cuerpo,

Tú, que me embriagaste con tu suave y dulce olor similar al de las rosas.

Tú, ¡simplemente tú!

El que me enamoro y se robó mi corazón. 

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– Su nombre es Alfred F. Jones, por lo que puedo ver. Mucho gusto, mi nombre es Arthur Kirkland, dueño de la empresa  Rose.

– Mucho gusto Sr. Kirkland. Es un placer conocerlo. –  Sonrío y extendió su mano

– El placer es todo mío – Aceptó su mano y le dio un suave apretón – Muy bien, Jones comienzas mañana, por el momento puedes retirarte.

– Muchas gracias, si me disculpa me retiro – Se puso de pie para después caminar hacia la salida y retirarse del lugar

– Uffh~  –  Soltó un gran suspiro y luego se relajó en su silla  – Es muy agradable. – Miró una foto que estaba en su escritorio, en ella se encontraba él y tres hombres jóvenes un poco mayores que Arthur, al igual que más altos, a su lado estaba una mujer madura pero de muy bellas facciones con ojos del mismo color que ellos  – Mom... –

– ¡¡Yahoo!! – Agitó los puños hacia arriba, pero después se sonrojó y comenzó a caminar en silencio – Con que... Arthur Kirkland ¿Eh? –

Al salir del edificio, Alfred regreso a su hogar, después de unos minutos de conducir entro en la pequeña pero acogedora casa.

No era ni muy grande, ni muy pequeña, el lugar en si tenía buena pinta, al frente se encontraba el jardín principal con algunas flores de diversos tipos con pasto a su alrededor, un pequeño caminito de piedra que guiaba a la entrada de la casa, la puerta de madera fina con pequeñas figuras dibujadas en las esquinas de esta, color caoba que contrastaba las paredes blancas de la casa, tenía grandes ventanas de cristal que le daban un toque elegante. Era de doble planta por lo cual al entrar en ella te encontrabas con las escaleras de madera con las cuales podías acceder a la segunda planta.

El príncipe de CristalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora