Historias Fragmentadas: Donde los sueños despiertan

TRAS LOS PASOS DEL PELIGRO - FINAL

Abro mis ojos y me encuentro en la parte de atrás de un carro, está lleno de cajas a mí alrededor, abro bien los ojos y en una esquina, están las chicas, todas tres están moreteadas, por poco las matan a golpes.

-Elena! Elena ¿estás bien? – pregunta Ana con lágrimas en los ojos

-¿Dónde estamos? ¿Dónde está Gaby? ¿Qué les paso? – pregunto tratando de sentarme, la cabeza me da vueltas, mi camisa está llena de sangre y tengo el rostro pegajoso, recuerdo que entraron esos hombres, todo se puso violento, antes de que me golpearan Gomez agarro la nena, y mientras estaba tirada en el suelo solo logre ver su sonrisa, al parecer me dieron un golpe en la cabeza con su arma, porque perdí el conocimiento.

-Elena lo sentimos – dijo Roxie – cuando ustedes se fueron y Gomez vio que JP no llegaba se volvió loco, nos reunió a todos y ninguno queríamos hablar, pero ese loco mato a Jaime delante de todas, Rafaela estaba llorando, al parecer escucho nuestra conversación y confeso... Envío a buscar con sus hombres a JP y a nosotras tres nos encerró en el sótano, nos torturo Elena, lo siento – me confeso llorando – Nos iba a matar Elena no tuvimos opción.

-No llores Roxie, ustedes no tenían por qué pasar por esto – trate de consolarla me acerque a ellas y las abrace, no sabíamos que iba a pasar con nosotras, ahora me preocupaba mucho la bebe ella no tiene la culpa de nada.

-¿Saben a dónde vamos? – pregunte

-No, cuando despertamos estábamos aquí, llevamos horas viajando – dijo aleja – fui la primera en despertar y las vi a ustedes

-¿Saben si encontraron a Rodrigo? – dije, él debe aparecer, él tiene que salvar a su hija

-No lo sabemos, ni siquiera sabemos si encontraron a JP – dijo Ana llorando, estaba muy asustada, es la más joven de nosotras y este era su último año en el bar

Sentimos que el carro freno, abrieron la puerta y entraron los hombres de Gomez, estos no trabajaban en bar, no los reconocí.

-A bajar zorras les llegó su hora – no dijo, comenzamos a gritar y a luchar, sin embargo eran más fuertes y nos bajó tirándonos al suelo, nos tenían apuntadas con sus armas.

Cuando bajamos estábamos en una especie de bodegas, estábamos muy lejos de la ciudad, aquí nadie podría ayudarnos, el olor era putrefacto, mientras avanzábamos a tropezones, vi hierros y estructuras a medio construir, había un lago negro y las moscas estaban alrededor, no conocía este lugar, no sabía dónde estábamos, paramos en la mitad de una bodega, habían plásticos tirados, cadenas, había también una caneca con fuego, y en una mesa habían muchas herramientas. Junto a Gomez estaban dos hombres y logre ver a Rafaela, ella cargaba la bebe que al parecer estaba dormida, o eso esperaba, que ese lunático lo le haya hecho nada, se notaba que Rafaela estaba asustada, seguro también la tenía amenazada o quizás también estaba de su lado, cargaba a la bebe y la mecía.

-Vaya, vaya, las cuatro putas... No que no sabían dónde estaba la mocosa – dijo Gomez

-¡Por favor! Déjalas ir, ellas no tienen nada que ver, la bebe también es inocente, por favor – le suplique

-¿Qué las deje ir? Quisieron verme la cara, y de mi nadie se burla – me grito

-Yo soy la responsable, por favor, Rafaela por favor entra en razón – la mire ella solo susurro un lo siento dejando a la bebe en un coche como se lo ordeno Gomez

-Lárgate de aquí, te doy tres segundos para que corras – le dijo Gomez a Rafaela

-Por favor no me hagas nada, yo te dije lo que sabía, por favor – le suplico de rodillas, entonces ella no estaba de su lado