El día era bueno para el joven Miguel de 15 años que había logrado pasar la materia de biología en 3.0, aunque fuera baja la nota la había pasado y eso era lo único que importaba, no quería que su padre le diera una reprimenda por ser mal estudiante y es que le había prometido que iba a pasar este año sin su ayuda económica haciendo aportaciones al colegio .
Se dirigió al carro que lo esperaba en el parqueadero y con pereza y cansancio le dijo al chófer que lo dirigiera a la casa de su amigo Fabio. El chófer asintió con la cabeza y sin decir una palabra el pelirosado llegó a su destino
Uff. Ya era hora. Por fin, vacaciones. Es que el colegio es una cosa pero bárbara. Pensé
Cuando bajé del auto me esperaba Fabio afuera, en la entrada de su casa, soriente como siempre y nos adentramos a su casa.
Fabio es 4 años mayor que yo pero aún así somos amigos y como el también tiene amigos un poco mayores voy a sus salidas casi siempre. Ellos hacen trucos para que me vea mayor de edad y nadie se da cuenta. Hoy era uno de "esos días" así que me dispuse a dejar mis aburridos libros para tomar algunas ropas que Fabio me había preparado con anticipación para salir a beber esa noche.
-Oiga pero usted ya con esas pintas no se ve de quince ¿cierto?
-Sabe porque será, yo creo que ya estoy pegando el estirón.
-Eso veo, pronto vamos a poder llevarlo a que le hagan un dibujito bacano en el cuerpo, así como a mi.
Fabio mostró su espalda y vi como tenía un tatuaje de Dragón chino espectacularmente dibujado, yo quería algo así desde hace tiempo pero pues aún seguía teniendo cara de niño.
Fabio llamó al chofer desde su teléfono fijo y cogimos nuestras cosas dispuestos a salir a fiestar sin que mi padre supiera. Él siempre está detrás de mi así que siempre le digo que sólo jugamos en la play y ya. Se lo cree todo.
Al llegar al parqueadero vi que el auto era un poco diferente pero no le tomé importancia. Nos subimos y Fabio le dijo al chófer que fuera a la dirección de la discoteca. El chófer no hizo nada y Fabio alzó un poco más la voz pensando que no lo había escuchado.
-Si lo escuché, dijo el señor en el auto
Reconocí esa voz al instante y lo único que hice fue quedarme perplejo. Todo cobró sentido. El chófer que no hablaba, el carro diferente y esa voz tan grave con tonos de rabia. Era mi hermano mayor.
-Conque en fiestesita, ¿cierto? ¿no le parece un poco injusto no invitarme, Fabio? Reclamó mi hermano.
-¿Guillermo? ¿Que haces aquí? -Dijo Fabio un poco desconsertado
-¿pues porque cree usted? ¿Cómo es eso que lleva a mi hermanito a una discoteca a tragar cerveza? Luego volteó su torso en dirección a nosotros y mirando a los ojos de Fabio.
La mirada de mi hermano es la cosa más aterradora de la vida. Te lee, te insulta o hasta puedes sentir un golpe cada que te mira a los ojos
-Rápidamente salí del carro y abrí la puerta de Guillermo jalando de su brazo para salir a hablar fuera del vehículo
-¿Qué haces aquí?
-¿Qué haces TÚ aquí? Deberías estar jugando play allá arriba. Señaló con su dedo al piso encima nuestro
-P-pues decidimos tomar aire fresco e ir a comer algo,¿ no es obvio?
-Hay Miguelito, se te está cayendo la mentira. Yo sé que te escapas a bares a beber y antes de que te cages la vida vengo a llevarte a casa.
-¿Pero cómo se le ocurre hacer esto? No ve que está incomodando a Fabio, el no sabe que ustedes no me dejan salir.
-Ah, perfecto.
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Cuna de Oro
ActionLa vida en Colombia era simple para los dos hermanos Sarmiento. Ricos y felices al lado de su padre pero esto tuvo un trágico cambio. Guillermo, el mayor, tiene ahora que encargarse de su hermano adolescente y un pequeño niño que lo llama papá pero...