𝖬𝗋𝗌. 𝖲𝗆𝗂𝗅𝖾𝗒 𝗀𝗎𝗒. ★ 𝗤𝘂𝗮𝗰𝗸𝗯𝘂𝗿 𝗧𝗻𝘁 𝗗𝘂𝗼.

𝖳𝗁𝖾 𝖻𝗂𝗋𝗍𝗁𝖽𝖺𝗒.

La mañana del sábado había llegado y con ella, el cumpleaños de Juana.
Tallulah había intentado no ser tan obvia con las preguntas que le hacía a su papá, aún cuando no tenía qué argumentar cuando Will le cuestionaba la razón de su repentina curiosidad.

El día anterior, mientras compraban el regalo para su nueva amiga, caminaron frente a una florería, llamando la atención de la castaña quien jaló la mano de su papá y lo arrastró dentro, buscando unas flores que le recordaran a Miss. Alex.

—Amapola, disculpa ¿Qué se supone que hacemos aquí? ¿A tu amiga le gustan las flores?— Cuestionó el mayor con cierta gracia, mirando a su pequeña realmente concentrada en lo que sea que buscara.

La mirada de Tallulah viajó por todas las flores posibles hasta detenerse en seco en unas calendulas que le recordaban a pequeños atardeceres, volviendo a arrastrar a su papá hasta ellas entre saltitos.

—Mida, papi, mida ¿No piensas que son muuuy bonitas?

—Eh... ¿Si? No sé, amor ¿Las quieres para ti? Puedo comprarlas si te gustan.

Tallulah quiso pegarle un zape a su papá por algunos segundos, mas mantuvo su sonrisa intacta—No, papi ¿No te decuedan a alguien?

—¿Deberían?

La castaña tomó una inmensa bocanada de aire, parpadeando lentamente —Son amadillas, brillantes, alegia, sondisas.

—...Eh ¿a tu abuela? Pero antes de que vayamos a Londres ya se habrán marchitado.

—¡Papi! ¡A Miss. Alex!— Chilló, mientras rodaba sus ojitos y se llevaba una mano a la frente.

—Oh, eso tiene más sentido... ¡Oh! T-tallu, querida, amor ¿Quieres regalarle flores a Miss. Alex?— Tallulah sonrió cuando notó el tono rojizo en las mejillas de su papá, en Icarly, freddie se pone rosita cuando piensa en Carly, pensó que debía ser lo mismo.

—No, papi, quiedo que tú le degales flodes a Miss. Alex.— Tallulah batió sus pestañas de forma encantadora, observando como su papá abría los ojos en demasía y su rostro se coloreaba de rojo.

—¿¡Yo!? ¿¡Por qué yo!? ¡Fue tu idea!— William chilló, llamando la atención de una viejita, quién los miró, rió y siguió su camino con su andador.

—¡Aish, papi! ¡Podque es obvio que hiciste click con Miss. Alex!

—¿Click?

—Sí, papi, click, cuando conoces a alguien y tus ojitos billan, como... la Carly de tu feddie o la bella de tu bestia ¿Entiendes?

—¿De dónde sacaste eso?

—Que te valga billitos, compa las flodes.

—¿Cómo qué que me valga brillitos?

—¿¡Podias concentadte en lo impodtante!?

—Bien, godzilla, bien, argumenta.

—¿No te gustadia que Miss. Alex te de un abacito de gacias?

—...

Y así, ahora estaba frente a la puerta de la casa de Juanaflippa con un ramo de Calendulas y unos patines verdes envueltos en un papel  de regalo. (De navidad, pero la intención era lo que contaba)

Tallulah, quién se encontraba vestida con un chaleco tejido de color burdeo y unos jeans celestes, tocó el timbre de la vivienda, sonriendo cuando el mismo Quackity fue quien abrió, observando como él y su papá se miraban en silencio durante algunos segundos, ambos con pequeñas sonrisas en los labios.

—Hola...— Ambos hablaron al mismo tiempo, causándoles una pequeña risa mientras la castaña entraba a la casa en total silencio, dejándolos tener su momento y corriendo a encontrarse con sus amigos.

Nuevamente, ambos se quedaron callados, no de forma incómoda, mas ninguno encontraba qué era suficientemente bueno como para decir en presencia del contrario, prefiriendose admirar por lo que parecieron horas disfrutables.
Will pudo sentirse en tierra de nuevo, recordando el peso en su mano derecha: el ramo. Tomó aire y lo extendió hacia el más bajo, sonriendo dulcemente e intentando ignorar el calor que se instalaba en sus mejillas.

Alex abrió sus ojos con sorpresa, titubeando antes de tomar el ramo de forma temblorosa, cuestionando con la mirada si el detalle era verdaderamente para él, expresión que William supo leer y aunque no lo supiera, adoraría aprender a leer cada una de ellas.

—Yo... Pasé por una florería ayer y bueno, a Tallulah y a mí nos recordaron a ti, ya sabes, por lo lindas...—Alex sonrió, esperando los segundos necesarios para que Will se diera cuenta de lo que acababa de implicar casi textualmente. —¡No! ¡O sea! Sí, eres lindo, precioso, pero no es que lo piense así, o sea, sí, tengo ojos, puedo verte, eres lindo ¿has pensado en ser modelo? Mi hermano mayor es modelo, Techno, muy amabl— Alex lo cortó.

—Will, también eres lindo.— Habló con ternura, observando el manojo de nervios en que el más alto se había convertido, acercándolo a darle un abrazo al jalarlo de la camisa.

—Oh... bueno, gracias.— Will se permitió disfrutar del contacto, acariciando el cabello del menor y llenando sus pulmones de su reconfortante aroma, encontrando tranquilidad hasta en los detalles más minúsculos del chico, mientras el azabache se relajaba con los latidos del corazón contrario como una canción de cuna, cerrando sus ojos y apoyando su mejilla en el pecho ajeno.

Los minutos pasaron entre ese abrazo silencioso, sin fijarse en como la puerta principal se abría cada vez más por el viento, permitiéndole ver a todos los amigos del azabache que miraban desde la sala de estar, entre pequeñas sonrisas de ternura como si vieran a dos cachorros dormir. Ambos se separaron a regañadientes, extrañando el calor corporal ajeno, mas sin decir palabra alguna.

Alex tomó de la mano al castaño, arrastrandolo dentro de la casa en busca de presentarlo, mas quedándose quieto al ver como todos los miraban con una expresión común: Ternura, mientras alternaban en mirar al azabache, a William y al ramo, repetidas veces.

Ambos tomaron aire y suspiraron con profundidad, sintiendo el calor subir hacia sus rostros con rapidez. Alex aclaró su garganta y se dispuso a hablar, asegurándose que no hubieran niños cerca.

—Uno, alguien menciona lo que vieron y le pido a George que los convierta en cubre sillones, dos, este es William, papá de Tallulah y... un nuevo amigo.

fin del quinto(???? capítulo, creo.
gracias por leer, chinchulines:3
estoy teniendo demasiados problemas con wattpad, wtf