-Ellos se unen por un vínculo, ¿y a ti?, ¿qué te une a ellos?- susurró en mi oído.
-Un encuentro quizás- pensé como respuesta.
-Descubre lo que te une a tu alma y sabrás que es lo que te une verdaderamente a un pecador- dijo ese susurro desvaneciéndose.
No sabía qué pensar sobre lo que me había dicho.
Desde que llegué todo estaba siendo algo complicado.
Y ahora, ¿de quién narices era la voz del susurro?, o ¿por qué me lo había dicho?
Era todo lo que se me pasaba por la cabeza.
Podría haber miles de respuestas para una pregunta, pero solo 1 sería la correcta.
Solamente una será la que defina y consolide un pensamiento envuelto en la duda, o en el olvido.
Quién sabe, si esa pregunta ya había sido respondida antes de perder la memoria o simplemente no existiera antes.
Cuando salí de aquel trance en el que yo sola me metí, observé todo con mayor claridad.
Ace y Adi aún continuaban.
Cuando pasaron varios minutos ya habían parado.
-Debe estar cerca, Ace cierra toda salida- dijo Adira.
Ace le hizo caso.
Más tarde de aquello, vimos un rastro de la misma viscosidad encontrada en la habitación anterior, y como no, la seguimos.
Nos llevó hacia detrás de la barra de la fiesta.
Me acerqué a examinar y el rastro se perdía ahí por completo.
-¿Y si eso ya ha salido?- pregunté.
-Puede ser, que en el tiempo del conjuro se haya ido- contestó Adira.
-Entonces, aquí estamos perdiendo el tiempo- soltó Ace.
-Puede- dijo Adi.
-Vámonos y dejemos esto sellado- dijo Ace con seriedad.
-Vamos- dijo Adi.
Salimos de aquella sala de fiestas y se cerró con un conjuro en el que si el Mutare estaba dentro no podría salir.
Encerrado, eso es lo que estaría.
Hasta que ellos dijeran lo contrario.
Por fin estábamos dentro de la escuela.
Lo primero que se veía esta vez en los pasillos eran montones de personas rondando por allí.
Todo era normal.
¿Y si en ningún momento los pasillos estuvieron deshabitados?
No entiendo nada.
-Entiendo que estas personas antes estaban por ahí y esa cosa nos hizo creer que no estaban- dije.
Adira asintió.
-Entonces, creo que el mutare está entre nosotros- soltó Ace.
-Pues toca descubrirlo-comenté.
-Haremos lo siguiente, primero no decir nada a nadie, solo los del grupo por decirlo así lo sabremos, no debéis llamar la atención, y estar alerta, INFORMANDO DE TODO, ¿queda claro?- soltó Adira.
Yo afirmé con la cabeza y su hermano movió sus ojos diciendo con ellos, que pesada.
Yo simplemente le hice caso, así que volví a mi cuarto ya que era tarde, y mañana lunes, y para rematar Historia del Mundo Mágico a primera.
ESTÁS LEYENDO
Rurnore: Ocultos
FantasyA veces una simple historia es capaz de sellar el secreto más oscuro. El caos se puede desatar con una simple palabra y se puede frenar con un derramamiento de sangre. Algo se puede perder igual de rápido que lo hacen los granos de arena de un reloj...