La gota perdida parte 1

NACIMIENTO

El mundo ya había sido creado, con hermosos paisajes y una gran variedad de especies terrestres y acuáticas. Fue entonces cuando la energía creadora quiso observar de cerca los detalles del mundo.

Comenzó a girar como el viento, moviéndose de un lado a otro. A veces pasaba rápidamente y otras veces se detenía en cosas y lugares que le generaban mayor interés. Luego de explorar un poco, se detuvo frente a un árbol muy alto. A los pies del árbol había un pájaro, un simpático cardenal gris con un copete rojo, que estaba parado sobre una de las raíces, contemplando un pequeño lago. Esto llamó la atención de la creadora de energía, que comenzó a girar y bailar en el mismo lugar para poder observar la escena.

El árbol tenía una forma majestuosa y era de gran tamaño. El verde de sus hojas brillaba y bailaba al compás del viento. Parecía que ese árbol deseaba ser el más hermoso del mundo, era fuerte, radiante y protegía a las aves desde la raíz hasta la copa. La energía creadora experimentó diferentes sensaciones: primero admiración, luego asombro y finalmente amor. Este último sentimiento la llevó a emocionarse.

Observó cómo el árbol tenía la capacidad de cuidar y ser el hogar de muchas aves pequeñas. Era como un mundo dentro del mundo. Pensó: "Hay muchas de mis creaciones que sin duda son pequeños mundos". Ahora estaba siendo testigo de uno de ellos.

Cuando imaginó y creó el mundo, sabía que habría cosas que la sorprenderían, ya que las abandonaron libres ya voluntad de la vida misma. Permaneció contemplando durante un tiempo y, por primera vez en mucho tiempo, sintió emoción.

Como energía creadora, todo lo que se expande de ella es una creación en sí misma. La lágrima de felicidad que surgió en un giro es una pequeña gota con una misión y un destino enorme.

La gota cayó rápidamente al suelo del nuevo mundo, más precisamente a los pies del árbol, y se mantuvo unos minutos sin perder su forma sobre una pequeña hoja verde que había caído del árbol.

El tiempo de la energía es muy diferente al de los seres vivos; unos segundos pueden ser una eternidad para nosotros. Giro tras giro, ese sentimiento crecía. Al ver la lágrima, la energía comprendió que se parecía un poco al lago que lo rodeaba. Se acercó y vio su reflejo, quedando impactada por los colores vivos: rojo, naranja, amarillo, verde, cian, azul y violeta.

Al verse reflejada, vio una imagen casi desconocida para sí misma, diferente a cualquier criatura que hubiera imaginado y creado. Se asemejaba a un humano femenino, pero de todos los colores de la energía creadora.

Estaba en el suelo, al cual llamó "Humus", la tierra, y deseó crear esa imagen. Sin embargo, entendía que si lo hacía, se expandiría a sí mismo y eso no era posible, ya que solo existía una energía creadora.

Frente a esta situación, se quedó pensando en cuál sería la mejor opción. Repasó su imagen reflejada varias veces y, casi en un acto meditativo, pensó: "Si no puedo expandirme a mí mismo, tal vez pueda dividirme". Pero, ¿cómo podría hacerlo?

En ese instante, el pajarito simpático comenzó a cantar por la llegada de su compañera, y ambos cantaron fuerte. La pareja de aves había inspirado a la energía, quien pensó: "Ambas aves, femenina y masculina, forman un solo amor, un todo para crear vida.

Entonces, planeó crear una pareja similar a la imagen reflejada en el agua, y dado que debía componerse de sí misma, tenía sentido que surgiera de su lágrima de amor. Así, la naturaleza de esta pareja sería el amor y la creación conjunta de vida.

De esa pequeña gota de emoción dividida en dos, posada sobre la hoja del árbol, nacieron los humanos: "Humus" por la tierra y "-anus" para indicar su procedencia de la energía creadora, con un ser femenino y otro masculino.

Fue una creación tan perfecta que la emoción de la energía estalló, y ese día se crearon muchos más humanos a partir de cada gota de emoción, como un día de lluvia. Por eso llamaron a ese árbol el árbol de la vida, porque cuidó la vida de las aves cardenales y colaboraron en la inspiración de la creación de la vida humana.

El sobresalto de emoción hizo que las gotas se mezclaran, y cada mitad era perfecta junto a la otra.

Los humanos comenzaron su búsqueda, la búsqueda de completarse a sí mismos, y esta búsqueda llena de experiencias y sentimientos seguirán en otro capítulo.