𝐇𝐎𝐑𝐀 𝐎𝐍𝐂𝐄
𝟶𝟻:𝟶𝟶 𝙰.𝙼.
-Sabes que vas a tener que ayudarme si lo hago completamente mal ¿Verdad? -Jimin rio mientras Taeyeong se sentaba a horcajadas sobre sus caderas.
-Dudo que hagas algo totalmente equivocado -murmuró. -No pareces totalmente ignorante sobre el sexo para mí.
-Pero sí soy totalmente ignorante acerca de hacer el amor con una mujer hermosa. -Taeyeong pasó sus dedos a lo largo de clavícula definida de Jimin. -No te importa lo que he dicho antes de... follarte ¿Verdad? -Jimin inclinó la cabeza.
-¿Importa? -preguntó la pelirosa.
-Bueno, supongo que no es una palabra muy sensible -Taeyeong se encogió de hombros, sintiéndose tonta mientras hablaba. -Quiero decir, sé que estás bastante abierta sobre esta materia, pero...
-Taeyeong, vamos a tener sexo, no a realizar una ceremonia religiosa. -Interrumpió Jimin -Se supone que es divertido. Me gusta tierno, pero eso no significa que hacer el amor tenga que ser lento y pesado -un dulce alivio llenó el pecho de Taeyeong. Muy bien, así que esa metedura de pata no ha sido nada. La castaña movió su cuerpo y bajó su cabeza besando el pezón erecto de Jimin.
-Está bien. -murmuró chupando la carne dura entre sus labios y probándola con los dientes. Jimin silbó de placer.
-Te dije que me gusta hablar sucio. -recordó con voz entrecortada. -Entre otras cosas. -Taeyeong soltó el pezón de Jimin para poderla interrumpir.
-Así es, eres una pequeña pervertida ¿verdad? -Taeyeong lamió alrededor de la aureola de la pelirosa. Esperaba que no le llevara demasiado tiempo para tener la suficiente comodidad con Jimin para tomar ventaja de esa fantasía especial. Jimin empujó sus dedos en el pelo de la castaña, sosteniendo su cabeza contra su pecho.
-Yo estoy dispuesta a casi cualquier cosa, Taeyeong, si lo deseas -Voy a tener que conseguir algo realmente excelente para Jungkook para la Navidad de este año.
Taeyeong cambió de pecho, tomando el otro pezón entre los dientes y dando vueltas con la punta de su lengua. Algo que refleje realmente mi amor profundo y eterno por ella. Taeyeong se echó hacia atrás y respiró hondo.
- Quiero probar.
-Sí. -se quejó Jimin. Ella extendió sus piernas de manera que las caderas de Taeyeong se instalaron en el espacio. -Me hice la prueba después de mi última pareja. -dijo la pelirosa evitando los ojos de Taeyeong. -No hubo nadie más desde entonces. -Taeyeong parpadeó, no habiendo pensado siquiera hacer esa pregunta. Podía sentir su centro cada vez más húmedo. La sensación de impaciencia hacía que apenas pudiese concentrarse en las palabras sinceras de la pelirosa. -En caso de que estuvieras preocupada por ello- explicó Jimin con voz insegura. La mente de Taeyeong se despejó lo suficiente como para recordar una de las primeras cosas que le había dicho: Tal vez tengo miedo de lo que pueda coger contigo retorciéndote en mi regazo.