Lo que querían las niñas.

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Tsukasa camina con calma, como si tuviesen todo el tiempo del mundo en la palma de sus manos. Senku, quien se acostumbra a ir lo más rápido posible en todo, siente como le palpita la vena en la frente por la impotencia de no poder ir a su propio ritmo.

-No tenemos todo el día, Tsukasa, por dios, mueve las piernas un poco más rápido, ¿No tienes trabajo que hacer?

Intenta convencer al mayor, pero aquel solo mantenía su sonrisa serena en el rostro. Después de haber ido al laboratorio y que Senku hiciera lo que tenía que hacer, habían tomado el desayuno... bueno, a Ishigami lo habían obligado a desayunar, lo habían amenazado con darle la comida en la boca como si fuese un bebé si no se dignaba a comer y el menor no se iba a exponer a semejante humillación, con la niñera era suficiente.

Y ahora iban, como no, al taller de Yuzuriha. Tsukasa esta vez tenía cargado al chico en su espalda por petición del científico para así verse un poco menos ridículo. Al lado de los hombres, Mirai caminaba emocionada de que Senku se pusiera lo que ella, Yuzuriha y Suika habían hecho.

-De hecho, Senku, si tengo trabajo que hacer, tengo que ir con Mirai y Suika a buscar flores y demás cosas que puedan ser utilizadas para hacer tintes. Tu trabajo, Senku, es acompañarnos.

-¡Va a ser muy divertido, Senku, este es mi trabajo favorito!

La niña canturea emocionada mientras iba dando pequeños brincos al andar. Senku tuvo el impulso se decir que aquello no era un trabajo de verdad y que podía estar haciendo cualquier otra cosa en lugar de perder el tiempo recogiendo flores como si fuera Blancanieves, pero decidió cerrar el orto y dejar que la menor continuara con su entusiasmo.

Un par de minutos más de camino y por fin llegaron a dichoso lugar donde le esperaba el destino a Senku. Entraron en el taller y, para desgracia del científico, no solamente se encontraban Yuzuriha y su novio, de hecho, la pareja ni siquiera se encontraba en el taller.

-Esto no puede estar pasando.

Murmura entre dientes mientras se aprieta el puente de la nariz con los dedos. Tsukasa, quien es el único que ha escuchado su lamento, se ríe un poco ante eso. Mirai se separó de su hermano y corrió hacia Suika para darle un gran abrazo mientras que el Shishio mayor da un par de pasos en dirección a el sofá que allí se encontraba, y donde estaban sentados los otros cuatro líderes del reino científico.

-¿Como te va con el lisiado, Tsukasa-chan~?

La burla del mentalista no se hizo de esperar. Los demas comandantes, a excepción de Ishigami, soltaron risas, pero esto a el científico no le preocupaba, al fin y al cabo él tenía mil y un planes para acabar con la vida de los otros y esconder el cuerpo.

-De verdad, de verdad, ¿No tienen nada mejor que hacer con sus vidas que venir a joder la mía?

-Oh, Senku, no nos perderíamos de esto aunque nos pagaran.

Ukyo es quien responde, la única reacción de Ishigami fue chasquear la lengua y sacarle el dedo de la mitad.

-¿Y no tienen trabajo de casualidad? Pues, si no es suficiente me avisan y yo muy amablemente les puedo asignar otras actividades.

-Te recuerdo Senku que estás de baja en el cargo de liderazgo hasta tiempo indefinido gracias a que no tienes dos dedos de frente y eres incapaz de tomar una simple orden, por lo cual no tienes la autoridad de asignar tareas.

Ryusui habló con calma pero con clara burla en su voz, desmeritando así la amenaza que había hecho el líder científico. Senku sintió que le dijeron imbecil en todos los idiomas posibles, pero no dice nada y mejor respira profundamente para intentar mantener la calma; un día de estos iba a perder la cordura y, una de dos: o le prendía fuego a todo este rancho, o se iba a aventar de un precipicio.

Apostar Y Perder.  ♡Dr. Stone. SenkuHarem♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora