Daría lo que fuera por ti.

tudo por você

Había pasado dos largas semanas desde que Bobby no estaba ahí, todos habían seguido adelante aunque recordando aquel traumante día que tuvieron de despedirlo, casi todos estaba normal menos dos personas.
Jaiden y Roier parecían zombies solo caminando por el jardín del castillo del ya mencionado, yendo a la habitación de su pequeño bebé observado las pinturas en silencio acompañados por su dolor y un ambiente lúgubre.

Mariana había regresado hace unos días y cuando supo lo ocurrido trato de animar a su amigo pero era imposible solo lloraba en la cama de su hijo abrazando con fuerza la almohada que aún olía a el, por otro lado Jaiden no estaba mejor, había ocurrido un incidente en la alberca, probablemente si Bad Boy Halo no hubiera llegado a tiempo ella no estaría aquí, era entendible había perdido a su única razón de existencia, sentía culpa, miedo, soledad, solo quería estar con el.

Cellbit había intentado entrar a la casa pero las órdenes de Roier y Jaiden eran claras, no querian ver a nadie, necesitaban llevar su luto solos, Mariana era el único que aveces entraba les llevaba algo de comida y le leía las notas de Cellbit escribía para el chico castaño.

Roier todos los días se culpaba repitiendo una y otra vez que si no lo hubiera llevado a esa mazmorra su niño seguiría ahí, aveces solo dormía con Jaiden abrazados sobre la cama de Bobby con la esperanza de que al día siguiente llegarían a escuchar esa voz diciendo
"Apa vamos a salir o no"

Esa mañana en especial era un día nublado y lluvioso, Jaiden estaba en la cabaña de Bobby tomando una taza de café mientras esperaba el atardecer, Roier estaba en casa observando por la ventana mientras abrazaba sus piernas contra su pecho hasta que escuchó la puerta abrirse, seguramente sería su amigo de lentes asegurándose que seguía respirando, soltó un suspiro cuando escucho unos pasos subiendo las escaleras solo negó y cerró los ojos, quería que ellos entiendan que solo quería estar sólo.

Un brazo paso por sus hombros y unos labios fríos besaron su mejilla, sintio unas gotas tocar sus hombros por lo cual levando el rostro observando esos ojos azules y esa pequeña sonrisa, Cellbit lucia preocupado y tenía unas ligeras ojeras bajo sus ojos, Roier no pudo más, tomo la mano del ojiazul entrelazando sus dedos y comenzó a llorar en silencio, no había notado cuando lo necesitaba hasta que sintió su olor y su calor, extrañaba sus palabras lindas que le decía, esos besos que le robó un par de veces a escondidas de todos, lo necesitaba.

Tranquilo guapito, te prometo que esto va a mejorar, ya no va a doler honey —lo abrazo con fuerza sintiendo como el cuerpo de su acompañante temblaba entre sus brazos, sabía que había hecho lo correcto y ahora veria a su amado mucho mejor, por el valía la pena todo.— Duerme cariño, mañana será un mejor día.

Así fue, Roier se quedó dormido entre sus brazos Cellbit solo deseaba que cucurucho cumpliera su promesa y que todo lo que sacrificó valiera la pena mañana.

La luz del sol que entraba por la ventana daba en su rostro haciendo que tallara sus ojos molesto por interrumpir su sueño, se sentó en la cama con un fuerte dolor de cabeza ¿En qué momento se quedó dormido? ¿Por qué olía a cupcakes? ¿Forever sabía cocinar? Abrió sus ojos viendo a todos lados asustado sabiendo que esa no era su casa, su corazón latía con fuerza ¿Había logrado que Bobby regresará? Bajo las escaleras corriendo sin importar que no tenía los zapatos puestos salió de la casa y ahí estaba ...era el estaba jugando con Jaiden y Richarlyson, sintió unos brazos rodear su cintura por detrás besado suavemente su cuello y la risa suave de Roier en su oreja.
Te levantaste tarde, no quise despertarte lucias muy lindo dormido.— Cellbit se giró para encarar al castaño que enseguida coloco sus brazos alrededor de su cuello—

Sube por tus zapatos y baja para desayunar, los demás vendrán a nadar en la piscina con Bobby quería convivir un rato yo estoy preparando unos cupcakes que estoy seguro les vas a gustar.

Roier se puso de puntitas uniendo sus labios con el ojiazul unos segundos en un tierno beso, para que después este subiera las escaleras con confusión, estaba feliz pero eso solo podía significar algo, el trato estaba cerrado y no había vuelta atrás.

El día anterior había invocado a cucurucho, le había exigido regresar a Bobby pero ese oso blanco se negaba y se reía de el.

" Te daré toda la información que tengo de ustedes, no le diré a nadie de sus planes, te prometo que no me volveré a meter en sus asuntos y... también te entregaré la información que todo el equipo tiene, pero por favor regrésame a Bobby"

El oso dudo y después le lanzó un libro para que pudiera leer sus condiciones
"Borraré la memoria de todos, debes prometer que no te meteras en nuestros asuntos"

El solo asintió y le regreso el libro, sabía que toda la isla corría peligro, que probablemente todos terminarían muertos, pero no soportaba ver a su novio así, sin vida y a Jaiden al borde de la locura, en cualquier momento que alguien la dejara sola cometería alguna locura.

Cucurucho le dió otro libro leyo con cuidado todo, era un contrato que debía seguir o le quitarían a Bobby sin probabilidad de regresarlo, tomo el lapicero y lo firmo, le aseguraron que mañana todo sería como antes y así fué.

Termino de ponerse los zapatos y volvió a bajar viendo tan  felices a los papás de ese pequeño  abrazandolo, jugando con el.

Se recargo en la pared cruzando miradas con el niño que sabía del sacrificio que había hecho para poder estar ahí con sus papás nuevamente estaba totalmente agradecido y entendia el gran amor que el ojiazul sentía por su papá.

Para Cellbit valía la pena completamente se lo repetía una y otra vez.

Elevo su rostro viendo las copas de los árboles notando cómo eran observados por ese oso blanco que tanto le causaba pesadillas y como poco a poco se desvanecía, todo estará bien, Roier está bien, nadie le quitaría la felicidad a su amado cellbit sacrificaría lo que sea por verlo feliz.