XII┇Jerry in love

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Se podían oír gritos, discusiones y llanto desde la sala. Nadie jamás había visto al señor Andrews tan desenfrenado y al borde del completo colapso mental. Tampoco nadie había visto al señor Barry tan alterado y fuera de si, ya que siempre se le conoció como un hombre sereno e inconmovible, y esa escena fue la que la señora Andrews jamás se quitaría de la cabeza.

Casi cayó al suelo desmayada cuando, luego de una sorpresiva visita del matrimonio Barry y su hija mayor, se le fue contada la terrible noticia.

El mediodía hasta entonces fue tranquilo; un domingo, luego de la iglesia, la familia Andrews, con sus tres hijos, llegaron a sus casas, como la mayoría de las familias, mientras los Barry se preparaban mentalmente para lo que venía. Tocaron la puerta con algo de apuro, y la misma señora Andrews fue quien les atendió. Gustosa los invitó a pasar, notando a los tres bastante tensos. Incluso llegó a hacer un comentario sobre la cara de __________, y comparándola con un ratoncito asustado, y alegando que con esa expresión tan depresiva podría ahuyentar a cualquier partido. Claro que la señorita Andrews no lo hacía con un afán directo por ofender, le salía solo, y todos estaban acostumbrados a esos comentarios pasivo-agresivos, pero llegó a percatarse de que los dos padres habían hecho una mueca desagradable, más notoria en William, y __________ bajó su cabeza con pena.

-¿Quieren beber algo de té?

Había ofrecido la mujer, solo Eliza acepto; el té le ayudaba a calmar sus nervios, y siempre que se ponía nerviosa le dolían los pies, así que pidió sentarse.

-¿Qué los trae por aquí? -Inquirió la mujer sirviendo el té en dos tazas. -__________, ¿segura, querida, que no quieres té? Es traído de Londres, y dicen que es bueno para la piel.

A __________ no le convencía aquello, y creyó que eso se lo estaba inventando la señora Andrews.

-No se preocupe. No me apetece tomar té ahora, pero muchas gracias. Usted es muy amable. -Dijo tratando de ser lo más cortés posible.

Eso hizo sonreír a la señora Andrews. -¿Sabes, querida? -La muchacha miró a los ojos de la más grande. -Con tus modales y educación, siempre pensé que serías el partido perfecto para mi Billy. -Soltó tomando un poco de té.

La señora Barry, quien tenía la taza en su boca, hizo un gran esfuerzo por no ahogarse al beber el líquido.

-De hecho, Janet, de eso queríamos-

-¿Usted cree? -Interrumpió la joven a su padre.

-Por supuesto. De hecho, ¿por qué no lo llamo?

La señora Barry intentó decir algo, pero __________ le ganó la palabra.

-Me parece una buena idea. De hecho, hay algo de lo que debo hablar con él. Me gustaría que usted presenciara y participara en la conversación, señora Andrews. -Janet ensanchó una sonrisa, tal vez pensando en aquellos dos muchachos como pareja. -En realidad, ¿por qué no llama a todos, señora Andrews? Créame, estoy completamente segura de que querrán oír esta conversación.

La señora Andrews alzó la vos, y en un grito avisó a toda la familia de bajar a la sala.

-¿Sabes? Siempre pensé que aquel chico Spurgeon jamás tendría el valor de confesarse

__________ miró confundida. -¿Por qué lo dice?...

-Bueno, tú sabes... En fin, me alegra de que mi amado Billy se haya adelantado. Siempre me pareciste la chica perfecta: bella; educada; con un fuerte carácter, y sobre todo, la forma especial que tienes de ver el mundo... Es algo muy nuevo, algo moderno, eso me agrada.

__________ no quería seguir escuchando a la señora Andrews halagarla de esa forma, aunque apreciara cada palabra, en ese momento no se sentía bien para escucharlas.

𝑴𝒚 𝑩𝒆𝒂𝒖𝒕𝒊𝒇𝒖𝒍 𝑳𝒂𝒅𝒚 | 𝐉𝐄𝐑𝐑𝐘 𝐁𝐀𝐘𝐍𝐀𝐑𝐃Donde viven las historias. Descúbrelo ahora