Avance

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Cuatro años atrás.

En aquella fiesta, llena de elegancia y estilo. Se encontraba Amir con una copa en la mano, hablando y riendo con sus primos. Amir era muy alegre, siempre haciendo bromas y con un sentido del humor, envidiable.
Se había enamorado de la mujer que él creía que era la indicada para él, una mujer bella, alta y con elegancia.

Era la hija de un magnate muy importante de Arabia Saudí, un hombre rico, digamos que podrido de dinero.

Jade se encontraba a unos metros de él, sonriendo como lo hacía. Amir la miraba con cautela, era imposible no mirarla. Esa mujer, siempre le llamaba la atención. Jade, supo enamorar a Amir y hacerle comer de su mano, lo que Amir no sabía, es que Jade estaba tonteando con un Rey.

Jade era un lobo disfrazado de corderito,  sabía cómo hacer que las personas fueran como ella quería. Ninguno sabia que el alma de Jade, estaba podrida. Ella solo quería lujos, mansiones, dinero y el rey era más importante que un duque.

Amir la vio salir de la mansión y la siguió, quería besarla de nuevo y poder tenerla desnuda como siempre lo hacía. Pero la vio mirar por todos los lados, y corrió hacia los arbustos que había a unos metros. Amir corrió hacia a ella sin hacer mucho ruido, pero lo que vio le hizo parar en seco. La vio abrazar a otro hombre y besándolo, era el Rey de Alemania. Amir tenía ganas de romperle la cara y a ella, matarla con sus propias manos. Le engañó, le hizo muchas promesas falsas y mentiras.

Se alejó de aquel jardín para volver a la fiesta, ella mató el encanto y al alegre Amir que todos conocían. Pero por mucho que la quisiera odiar, no podía, ella estaba clavada muy al fondo de su corazón.

Cuando entró, Amira estaba justo frente de él. Amir la miró de arriba abajo y se alejó de ella con rapidez, como si ella fuera la culpable de todo. Amira le miró, ese hombre era perfecto. Ese duque enamoró a Amira desde hace mucho, no sabía cómo, ni cuando, pero se enamoró de él. Amira veía a Amir como un hombre alegre, feliz, noble y muy elegante. Ella siempre soñaba con que él fuera su esposo, pero era un sueño que jamás se iba a cumplir.

Amir se fue al mini bar y se sirvió una copa, queria beber y olvidarse de lo que había visto, quería que fuera sueño, pero no, era real.

Notó unas manos en su espalda y vio a Jade sonreírle, él solo la miraba con odio o al menos lo intentaba.

—Por fin estamos solos, deseaba poder estar contigo. — Amir sonrió y bebió

—¿A cuantos les has dicho eso? — ella arrugó su ceño tragando saliva. —Vi como le comías los labios al Rey.

—Amir quise decirtelo, pero no sabía cómo ni cuando. — él asintió. —Me enamoré de Derek, lo siento.

—Perfecto, que seas muy feliz, Jade. — no la miró, solo bebía de su copa.

Ella se alejó de allí, con una sonrisa. Al menos no le hizo dar tantas explicaciones, por fin podía estar con el rey sin esconderse de nadie. Amir al lado del rey era insignificante, un mindundi sin nada. Sólo era un duque, el rey era más poderoso en la monarquía y ella iba a disfrutar de toda la riqueza y siendo reina de Alemania.

Amir quería llorar, pero no lo iba hacer, por mucho que la amara, jamás iba derramar una lágrima por ella.

"Acabas de romperme, Jade. Te amo más que a la vida misma, te quiero odiar, pero no puedo. Así que si te vas y no te veo, será lo mejor para mí. Porque por mucho que me hayas traicionado de esta forma, te deseo lo mejor"

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Hola, bellas. Aquí os dejo un avance pequeño de como paso todo más o menos, mas delante se sabrán más cosas.

Espero que os guste si principio. Recordad que el día 15 es su comienzo.

Besos desde España.

Una dama para el Duque 2° (saga Realeza) EDITANDO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora