PAGANDO POR LA MUERTE

La huída

Cap.9

Maratón 1/2

No me dió tiempo, de analizar la situación, me quedé estática viendo la puerta agrietarse cada vez más con los golpes. Lucas se plantó frente a mi, su cuerpo estaba tenso y su expresión gritaba pánico.

—¿Qué... Qué está sucediendo Lucas? ¿Quienes son esos tipos?

—Sam, eso no importa ahora, ésos tipos vienen por ti. Hay que salir rápido por la puerta de atrás, antes de que ellos lleguen ahí.

—¿A donde iremos?

—Mikael te explicará éso. No hay tiempo para responder preguntas.

Salimos corriendo hacia la puerta de atrás. Nos detuvimos al ver que está también estaba siendo derrumbada.

Pensé en mil formas para salir, pero empezaba a ver puntos negros por doquier. Lucas me hizo señas de salir por la ventana de la cocina, que daba a uno de los callejones oscuros que salían al bosque.

Traté de salir como pude.

Sentí un fuerte golpe en mi cabeza, al  impactar con la ventana que estaba semi abierta. Al salir, Lucas ya me esperaba afuera.

Escuché la puerta caer, y sentí como que me hubieran dado un golpe. ¡¡No mi pobre puerta!! Tuve que gastar casi todo mi sueldo para comprarla.

Al llegar al final del callejón, escuché detrás de mi fuertes pisadas. Sabía que estaban ahí, como pude trepe la valla que dividía el vecindario del bosque.

—Vamos Samantha tu puedes. —Alentó Lucas.

Como pude me lance del otro lado callendo con un fuerte golpe —¡¡Estupida Mocosa. Vuelve aquí!! —Escuche gritar a uno de ellos. Me levanté con dificultad y le saque el dedo medio.

¿Muy valiente, eh?

Escuché a mi conciencia burlarse. No le dí importancia y me sumergí con Lucas en el bosque. La brisa fría de la madrugada me calo los huesos, todo el sueño se me había ido tras el tremendo susto.

—No se que chuchas pasa, pero me deben una explicación.

—No preguntes nada, estoy pensando.

¿Que no pregunte nada? ¿Acaso estoy escuchando mal? ¿Pero que se cree este... Estúpido?

Lo miré indignada con la boca abierta. —¿Perdona? —Me detuve frente a el. —¿Y tu quien carajos te crees que soy?

Se detuvo y me miró, como si estuviera cansado. Me miró de arriba abajo y simplemente me atravesó. Si, el muy estupido me atravesó.

—Camina Kay.

—¿Es mi impresión o Mikael te pego su estupidez?

Se quedó callado unos minutos. Supuse que no volvería a decir nada, así que seguí en silencio unos pasos detrás de el. Pero que rayos le pasaba a Lucas, nunca se había comportado así.

Bueno, no es que lo conozca de toda la vida, la verdad solo a sido una semana, aunque se sienta como un mes, ya ni bien recuerdo.