Capítulo 15

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A Tyler le gusta Ashley


TYLER


- Hasta pronto, papá.

- Nos vemos, hijo. Trataré de no irme mucho tiempo.

- Adiós, papá.- dice Connor mientras mueve su mano.

- Ten un buen viaje, amor.

Y así estábamos, dos familias despidiendo a alguien en un aeropuerto. Quisiera que papá no se fuera por tanto tiempo esta vez, al ver la expresión de Jona, sé que el desea lo mismo.

- Bien chicos, vamos a la escuela. Connor, después de dejarlos iremos a desayunar.

Siempre que teníamos que ir al aeropuerto a dejarlos, sé que a mamá no le gustaba la idea de quedarse alrededor de 3 meses sin ver a papá. Esta vez no fue distinto, se comportaba tan natural, empiezo a envidiarla.

- ¿Cómo lo haces?

- ¿Hacer qué, hijo?

- Comportarte así, tan natural, como si nada en el mundo te afectara.

- La paz no se consigue en lo externo, Tyler. 

- Pero no te gusta cuando papá se va de viaje.

- Tienes razón, pero él estuvo apoyándome en cada paso de mis sueños, solo hago lo que él haría y ha hecho por mi.

Aún recuerdo eso, cuando mi padre era padre tiempo completo y se dedicaba al hogar mientras mamá estaba de gira con su banda. La dejo temporalmente después del accidente, después nació Connor y estudió otra carrera para estar más cerca de nosotros. 

- ¿Extrañas la banda?

- No tanto como el tiempo que hubiera querido pasar contigo. 

- Quisiera que no la hubieras dejado, eras feliz, pero con el accidente y...

- Escúchame, Tyler. Que dejara la banda no fue tu culpa, solo era tiempo de irme.

- ¿Tiempo de irte?

- Esa aventura termino, no mi carrera como saxofonista, sino la banda.

- ¿Cuándo volverás?

- Cuando esta aventura termine.- guiña un ojo y me abraza mientras caminamos al estacionamiento.




- ¿Estás bien, viejo?

- Me anima saber que en unos meses estaré de viaje con él.- el pelirrojo me sonríe amargamente y redirige su vista a la ventana, mientras se recarga en su mano.

El señor Freeman es lo único que tiene, debe de ser difícil para él. El resto del camino fue igual, todos en este vehículo permanecimos en silencio. Bajamos del auto pesadamente y nos dirigimos a la entrada.

- Bueno, viejo. Aquí te dejo, voy tarde a aritmética.

- Nos vemos luego.- comienzo a caminar por el pasillo hasta que llego a mi casillero. Una vez ahí, reviso las notificaciones en mi celular y el profesor de mi primer clase la cancelo hace 10 minutos. Genial. Camino en busca de algo para desayunar y escucho como una chica parece estar ¿peleando? con la organizadora de los clubs. Reconozco su voz y temo voltear. 

- Ya le dije, mi club es el de lectura, no el de fotografía.

- Aquí.- señala la lista la organizadora.- esta tu nombre, en este club, revisa en lectura y no hay espacio para cambiarte.

100 DÍAS PARA OLVIDARTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora