La torre del cielo había desaparecido, destruida por Natsu Dragneel al igual que al aparente poseído Jellal Fernandes.
La mirada del dragon slayer estaba totalmente enfocada en la dirección en donde anteriormente estaba dicha torre. Su mirada pérdida y en sus brazos su compañera, Erza. Aquella pobre mujer que había tenido que revivir sus más oscuros momentos y tener que tratar de matar al que una vez fue su amigo. La mujer pareció reaccionar y ver con sorpresa a su salvador, Natsu. Natsu la había salvado de morir en aquella torre infernal construida por su viejo amigo de la infancia.
Los párpados del hombre estaban por cerrarse, todo su cuerpo estaba cansado. La pelea con Jellal, además de sus estúpidos y mortales juegos contra aquellos oponentes lo habían drenado totalmente, sus rodillas temblaban y su magia estaba literalmente por el suelo.
-Nunca. Jamás vuelvas a hacer algo como eso...me oíste-Natsu habló cayendo de rodillas sobre el agua, mientras lágrimas salían de sus ojos y su cabello cubría aquellos orbes jade.
-¡Nunca!-Gritó de nuevo el dragon slayer aún mas asustado y tembloroso, recordando lo preparada que estuvo la pelirroja para sacrificarse dentro de aquella lacrima sin problemas. Eso le asustaba y demasiado y más si tenía que ver con ella.
La expresión de Erza se suavizó al ver lo quebrado y herido emocionalmente que el dragon slayer se veía. No lo recordaba así desde la muerte de Lissana, tan triste y ido, aunque tratará de ocultarlo con una sonrisa.
-No lo haré...Natsu...gracias...-Erza lo calmó sonriente mientras pegaba su cabeza contra la del sollozante hijo de Igneel y ponía su mano izquierda en la mejilla derecha del hombre.
El resto de amigos de Erza y Natsu llegaron corriendo hacía donde ambos estaban en la playa, y el dragon slayer procedió a desplomarse totalmente exhausto por el sufrimiento que había obligado a su cuerpo a pasar en contra de Jellal. Los amigos de Erza llegaron y la abrazaron mientras se disculparon, mientras que Gray y Lucy levantaban al herido Natsu y el mago de hielo tsundere solo pudo sonreír al ver a su amigo aún vivito y coleando.
En otro lado
Un hombre de cabello negro largo se encontraba sentado en un trono con trozos de huesos en este. El hombre tenía piel blanca como la nieve y poseía una ropa similar a la de un noble, una larga túnica negra con detalles blancos, unos pantalones blancos y unas botas negras de combate. En su mano izquierda agarrado fuertemente como si se le fuera a ir, tenía un tomo marrón con tres enormes iniciales en la portada del mismo. Las iniciativas del tomo, eran E.N.D.
-E.N.D-sama por favor, mard geer lo necesita. Mard geer ha sido un fiel sirviente, por favor end-sama deme una señal-Locamente el ahora revelado Mard Geer habló mirando con devoción el libro que tenía en sus manos. Quería ver a su maestro, lo necesitaba, si querían destruir todo el mundo y regresar con Zeref-sama lo necesitaba.
En un momento de locura, el hombre cometió lo impensable, agarró el tomo con una de sus manos y con la otra lo intentó abrir, pero este no cedía y el hombre seguía y seguía intentando abrir el libro de End-sama. Necesitaba verlo, conocerlo, para poder destruir a aquellas moscas que manchaban el planeta. El hombre seguía jadeante, salvajemente tratando de abrir aquel tomo que contenía todo el poder de su maestro, aquel ser que podía quemar al tiempo mismo, aquel que podía quemar hasta la oscuridad y un continente entero si lo desease. No fue hasta que su locura cesó que se dió cuenta de lo que hacía, el no podía abrir ese libro, aún no era el momento, aún había mucha magia en el mundo para que su maestro renaciera. Había sido un tonto al dejarse llevar por su locura.
Sus acciones, sin saberlo, tendrían enormes consecuencias que serían sentidas a través de todo Ishgar con el tiempo. Con el tiempo. Mard Geer se arrepentirá de haber tratado de abrir aquel libro, con el tiempo el demonio conocerá a su creador, porque cada acción, tiene una reacción.
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Warrior
FanfictionDespués de comer el Etherion en la torre del cielo y la intromisión de un enloquecido Mard Geer con el libro de END, Natsu descubre una serie de recuerdos en su cabeza que le muestran la vida que llevó antes de encontrarse con Igneel. Con esos recue...