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El germano seguía mirando la comida que su padre le había preparado; pensaba en todo lo que había pasado últimamente y no creía que había llegado a esos extremos, había extrañado a su padre por tanto tiempo y ahora que lo tenía no creía que en dos años iba a sentir aquello que alguna vez sintió por otro country ajeno... Amaba a su padre, sí, pero de una manera inusual.

Cuando era más pequeño soñaba con estar todo el tiempo con su padre, quería que jugara con él o simplemente tenerlo todo el día en casa pero eso nunca fue posible y de repente, de un momento a otro ya no tenía a su padre, estaba muerto y por poco también matan al pequeño alemán.

Con el tiempo aprendió a sobrellevar aquella pérdida pero el día que ONU decidió ayudar a todos lo que sufrieron por la guerra comenzó regresando a los que habían muerto para que arreglaran las cosas con sus hijos y entre ellos también.
El germano menor no sabía si era buena idea hacer eso pero pasado el tiempo se acostumbró a la presencia de su padre, logró comprenderlo y arreglaron problemas e inquietudes del pasado pero arreglando unas cosas surgían otras.

Le tomó mucho tiempo pero al final pasó lo que se temía, sentía atracción por su padre, quizás no de una forma sexual pero quería estar cerca de él como cuando era adolescente y quería estar junto con las chicas que le gustaban; quería sentir amor de nuevo, quería sentirse amado de nuevo por su padre y sentía que ya no serían iguales como padre e hijo y quería intentar de otra manera.

Odiaba sentirse así y se castigaba a sí mismo por ello, entendía que estaba mal, simplemente no debía ser, tampoco podía decirle a alguien porque lo iban a tratar de enfermo y con menos razón le diría a su padre pues lo último que quería era perder a la única persona que lo podía amar y que él amaba.

No era como que quisiera acostarse con su padre porque entendía que era ir demasiado lejos pero le gustaba la idea de pensar que este lo abrazaba o que lo tomaba de las manos diciéndole lo mucho que lo amaba.

Se sentía estúpido por pensar esas cosas siendo que ya era un hombre "mayor" y sobre todo con su padre que era el verdadero mayor, le llevaba demasiados años más de los que aparentaba el nazi.

[...]

Se había ido a encerrar en su habitación, tenía puestos los audífonos y dibujaba, estaba tranquilo e inspirado, la vista que tenía de su ventana hacia afuera era perfecta incluso se olvidaba de lo que sentía. De repente entre el sonido de la música escuchó que alguien abría la puerta y caminaba por el cuarto parándose detrás de él.

Sintió como una mano se posaba en su cabeza suavemente y lo acariciaba.
Se quitó los audífonos de golpe y giró la cabeza topando mirada con su padre, este tenía una pequeña sonrisa al ver lo que hacía su hijo.

⎯Lamento haberte asustado, solo vine porque estaba algo preocupado.

Habló el nazi.

⎯¿Preocupado, por qué? ¿Sucede algo?

Preguntó serio el menor.

⎯Por ti, hace días que te comportas extraño, bueno sigo sin entender un poco tus comportamientos pero creo que no es una forma correcta de actuar.

Contestó serio el nazi.

El menor bajó la mirada y regresó la cara hacia su dibujo, se empezaba a sentir nervioso y algo tímido por estar con su padre, le gustaba que le hablara con ese tono serio, pensaba que eso lo hacía verse más imponente y claramente eso le fascinaba al menor.

⎯Me refiero a eso.

Habló de la nada aquel de esvástica.

El menor volteó rápidamente sin entender del todo.

Herzeleid [Third Reich X Alemania] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora