Jorge llegó a su casa y lo primero que hizo fue llamarle al número que tenía de Silvia.
-¿Hola? -pregunto extrañada.
-Hola Silvia, soy Jorge -dijo.
-Oooh hola Jorge -respondió feliz-, ¿Que tal todo? ¿Que paso?
-Nada aquí, oye, ¿Estás ocupada? ¿Que haces?
-Ehhh nada aquí, estába viendo una película -dijo extrañada, pues Jorge le estaba haciendo muchas preguntas-. ¿Por qué la pregunta?
-Es que hoy un amigo me invitó a un bar, y quería invitarte a ti...Si querías acompañarme -admitió nervioso.
-Esta bien -sonrió atraves del celular- ¿A qué horas es?
-A las 9.
-Vaya, entonces me comienzo a arreglar que tengo una hora y media.
-Esta bien -rio nervioso-, ¿Quieres que pase por ti? -preguntó el chico.
-No -negó-, tranquilo solo mándame la dirección por mensaje.
-Esta bien, es en el Continental Club Bar, te enviaré la dirección.
-Esta bien, te veo al rato -dijo emocionada.
-Vale. -Y terminó la llamada.
1 hora y media después Silvia estába subiendo a su auto, iba en camino a The Continental Club Bar, prefirió que Jorge no la llevará y así poder sorprenderlo en el bar.
Luego de unos 15 minutos de camino, llegó y se parqueo en el estacionamiento.
Se dirigió a la entrada y pudo notar que varios chicos se quedaban viéndola con mirada de seducción. No le importo, ya estaba acostumbrada a acaparar las miradas de los chicos, lástima que ninguno puede éstar con ella, a menos que fuera Jorge.
Jorge. ¿Por qué pensó eso?, Talvez en su interior estába deseando algo más que una relación de trabajo con Jorge.
Entro al lugar, era lindo, música buena sonaba por todo el bar, había gente bailando y bebiendo, otros sentados en las mesas platicando. No veía a Jorge por ningún lado, y tampoco tenía una llamada de el, así que fue al baño a fijarse que estuviera bien arreglada para la llegada de Jorge, y hacer tiempo para no estar sola.
Llegó al baño y se encontró con una chica diciendo unas cuantas groserías a 2 chicas en estado de ebriedad.
-Regresate con tu Olaf princesita -bufó una morena, ebria.
-¿Es enserio? ¿Ese es tu insulto para mí?
-carcajeo fuertemente-. Más te vale que te vayas y te lleves a tu golfa, -dijo amenazante-, que se alejé de mi novio, de lo contrario la dejaré helada de la paliza que le voy a dar. -sonrió tiernamente.La morena rodeó los ojos molesta y tomo el brazo de su peleteñida amiga, para salir del baño e irse.
Silvia miraba impresionada por la gran actitud de la chica de pelo blanco. La chica volteo a ver a Silvia alzando una ceja, y Silvia dijo:
-Lo siento... Solo venía al baño. -mencionó avergonzada por quedarse viendo la pelea.
-No tranquila -dijo la chica- ésas tipas solo estában fastidiando y necesitaban a alguien que las pusiera en su lugar -sonrió.
-Tienes razón, no debes dejarte que nadie te trate como quiera. -Camino hacía el espejo para ponerse lápiz labial cuando la chica pelo blanco la examinaba fijamente. Silvia lo notó, se sintió extrañada pero no dijo nada.
-¿Silvia? -dijo la extraña chica.
Silvia volteó del espejo para mirar a la chica sorprendida.
-¿Cómo sabes mi nombre? -pregunto con un poco de miedo.
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El deseo en tu mirada
Romance¿Se puede el rencor convertir en deseo? La única manera de comprobarlo es fácil, con tan solo verte a los ojos puedo notar el deseo en tú mirada. Quien iba pensar que su vida iba cambiar tan repentinamente, por la persona que menos quería ver en el...